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Protecciones políticas que salvan

LECTURA POLÍTICA

Protecciones políticas que salvan

Noé Mondragón Norato

 

Bajo el percudido manto de los intereses inconfesables que derivan en fortunas multimillonarias labradas al amparo de la hacienda pública, se esconden los delitos más escandalosos y atroces. En perjuicio de las grandes mayorías que los padecen con una resignación abrumadora y hasta sumisa. Y esta tendencia no ha cambiado desde los gobiernos priistas, panistas y perredistas. Al contrario: se han continuado cínicamente en la actualidad de la mano de las complicidades que proveen seguridad, de las indolencias administrativas deliberadas y de la impunidad generadora de intocabilidad. La película, por ser vista tantas veces, pasó progresivamente del asombro inicial, al conformismo de la resignación inducida.

LOS INTOCABLES DE LA 4T. – Se reconocen y enumeran al menos dos casos recientes de personajes bañados de cuerpo completo por la corrupción, pero que aparecen como intocables dentro de la 4T: 1.- El caso de la corrupción más escandalosa en el pasado sexenio de AMLO lo protagonizó un personaje a todas luces intocable: Ignacio Ovalle Fernández, quien pasó de ser modesto jefe de la oficina de Vendedores Ambulantes de la Secretaría de Gobernación ─cuando el priista Luis Echeverría Álvarez encabezaba esa dependencia en 1966─, a convertirse en tutor y jefe político del ex presidente

López Obrador, cuando fue designado por el también expresidente tricolor José López Portillo, como director del Instituto Nacional Indigenista y Coordinador General del Plan Nacional de Zonas Deprimidas y Grupos Marginados (Coplamar). A su arribo como presidente, AMLO lo rescató de su prolongado ostracismo político de más de 20 años. Le pagó el favor político pasado. Y a qué precio. Lo designó como titular de su creación más perturbadora: Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex), un organismo creado bajo la fusión de Diconsa y Liconsa. Al final del sexenio anterior, la Auditoria Superior de la Federación (ASF) calculó el desfalcó a esa dependencia, en 15 mil millones de pesos. El más grande en toda la historia del país. La FGR libró órdenes de aprehensión contra los peces menores involucrados en aquella mugrienta trama. Algunos purgan condena tanto en el Reclusorio Norte como en el penal de máxima seguridad del Altiplano. Pero el manco brazo de la ley nunca alcanzó a Ignacio Ovalle. Lo protegió su larga amistad con AMLO, quien tras su salida de esa dependencia lo reubicó en la coordinación del Instituto Nacional para el Federalismo y el Desarrollo Municipal (Inafed), dependiente de la Secretaría de Gobernación. Y la actual presidenta Claudia Sheinbaum, para no ser alcanzada por esos potentes flamazos, decidió disolver Segalmex. Ovalle terminó excluido del actual gabinete presidencial. Fue su único castigo. 2.- Una de las tramas de poder más cáusticas del actual momento político la padece el senador morenista, Adán Augusto López Hernández. Y no sólo por sus vínculos inevitables con Hernán Bermúdez Requena ─su ex secretario de Seguridad Pública cuando Adán gobernó Tabasco y quien fue ligado con el grupo delictivo La Barredora─, sino porque cuando fungió como gobernador de aquella entidad la endeudó con más de mil 500 millones de pesos. Y no sólo eso: se le vinculó en negocios poco claros con Carlos Cabal Peniche, un empresario de cuello blanco beneficiario del Fobaproa, aliado del expresidente tricolor Carlos Salinas de Gortari y quien quebró su banco ─Banca Cremi Unión─ para obtener seis mil millones de pesos purgando por lo anterior, prisión carcelaria por apenas noventa días, para después huir al extranjero. En el sexenio de AMLO y tras 26 años fuera del país, regresó como uno de los proveedores del Banco del Bienestar. ¿Qué virtudes financieras le vio AMLO para asignarle dicha tarea? Lo cierto es que Adán Augusto no abandona el ojo del huracán. Ahora está convertido en publirrelacionista del expresidente al comprar masivamente su libro “Grandeza”. Y lo hace por al menos dos razones: para congraciarse con AMLO y limar asperezas con su “hermano”. Y para mantener viva la imagen del expresidente en el subconsciente colectivo. Así, si AMLO cumplió su promesa de no asistir a la ciudad de México a presentar su libro, Adán Augusto se encargó de hacer más que eso: dotarlo de una publicidad superlativa. Y todo, para mantenerse impune ante el caudal de señalamientos en su contra.

HOJEADAS DE PÁGINAS…Una mujer que se encuentra también en el centro de la polémica, es la alcaldesa de Acapulco, la morenista Abelina López Rodríguez. Y no sólo por la no comprobación de los 898 millones de pesos, sino porque no aparecen otros 400 millones de pesos más. Lo peor no es eso, sino que, al parecer, ya cayó de la gracia política de su protector Marcelo Ebrard. Con todo, la alcaldesa se observa irracionalmente, dentro de la pelea por la candidatura a gobernador en el 2027. Pero no alcanza a leer su propia realidad: si pudo reelegirse en 2024, fue por los pactos políticos entre AMLO y Ebrard. Pero bajo la conducción presidencial de Claudia Sheinbaum esos pactos se acabaron. ¿O es que acaso la actual presidenta rescató y dio chamba a Ignacio Ovalle, el polémico extitular de Segalmex? Abelina debe entender que, en las actuales circunstancias, no alcanzaría ni siquiera una regiduría. Su destino político al igual que el de Ovalle, es el ostracismo. Si bien le va.

 

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