+ El nuevo partido hegemónico se parece mucho al viejo tricolor setentero, con diferentes colores y una mezcla de actores político con origen en muchos partidos
Luis Serieys Zárate
Ciudad de México
05/06/2023
Una frase que se volvió conseja popular fue aquella de que “el PRI sólo le entregará el país a un priísta”, hoy cobra cierta relevancia porque en su peor momento y al perder el gobierno del Estado de México, le está entregando el país a un priísta de origen que es Andrés Manuel López Obrador.
A esa conseja popular hay que agregar que al Presidente lo acompañan 8 gobernadores de origen priísta como son quienes encabezan los gobiernos de Morena en Campeche, Hidalgo, Nayarit, Puebla, Sonora, Tamaulipas, Tlaxcala y Zacatecas, otros 8 son de origen político en el PRD, sólo 2 son de origen totalmente MORENA y 4 vienen de otros partidos que ya no existen.
Y me viene a la memoria ésta frase con la que inicio la reflexión, porque el origen de la ideología del Presidente al crear el Movimiento de Regeneración Nacional viene precisamente de sus inicios en la política en el Partido Revolucionario Institucional, estacionado en la década de los 70, una política con inclinaciones de izquierda que trató de implementar como Presidente de México, Luis Echeverría Álvarez.
Lo menciono por la estrecha relación que Echeverría tuvo con los gobierno socialista de Chile y Cuba y porque dio asilo político a miles de exiliados de los países con dictaduras en América Latina y por su intención de lograr la la secretaría de la Organización de las Naciones Unidas, aunque fue embajador de México ante la UNESCO, Australia y Nueva Zelanda.
Todo ello a pesar de su estrecha relación con la represión a los grupos de izquierda, desde el Movimiento Estudiantil de 1968, del Halconazo en 1971 y de la Guerra Sucia que llevó a esos grupos que buscaban un cambio pacífico a convertir en movimiento de guerrilla, sobre todo guerrilla urbana que combatiría la Dirección Federal de Seguridad, de un muy oscuro pasado por la gran cantidad de desaparecido en esa época.
Pero volviendo a la actualidad del Partido Revolucionario Institucional, al parecer los analistas que aseguran que advierten que está en una abierta negociación para entregar entidades en elecciones que benefician a MORENA a cambio de embajadas, parece real, cuando fue evidente que los grupos de poder en el Estado de México abandonaron a su suerte a la candidata Alejandra del Moral.
Hoy por hoy ese tipo de represión que ejerció el PRI setentero podría verse replicada con la aplicación de presión en contra de políticos de oposición de partidos no afines a MORENA en entidades como Veracruz o la Ciudad de México, en donde la ley se aplica sólo a los opositores y no a sus aliados.
Casos los hay muchos como la detención del secretario técnico de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República, José Manuel del Río Virgen en el estado de Veracruz o los casos de persecución por participar en un “Cártel Inmobiliario” en la Alcaldía Benito Juárez de algunos ex funcionario de origen panista, cuando hay casos de cárteles inmobiliario en más de una Alcaldía de las que aún gobierna Morena como en Venustiano Carranza, Gustavo A. Madero o la propia Iztapalapa que permite el crecimiento de la mancha urbana con total desorden urbano.
Tal vez el caso de ésta persecución se pueda argumentar que cometieron delitos que merecen tenerlos en la cárcel, pero deja en el aire la pregunta de las investigaciones de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, sólo se circunscriben a las Alcaldías gobernadas por la oposición o existen también investigaciones en torno a quienes gobiernan al lado de MORENA.
Las prácticas con sus respectivas características temporales son similares en aquel PRI represor de Luis Echeverría Álvarez y las que realiza el actual gobierno de Andrés Manuel López Obrador que poco respeto tiene por las instituciones establecidas y por las Leyes que al final del día tiene que respetar por órdenes de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que le ha limitado sus imposiciones legislativas.
La otra parte en esta historia podría marcarse en el estancamiento ideológico del Presidente con muchas similitudes en materia petrolera con las que administró el Presidente José López Portilla a quién le tocó “administrar” el boom petrolero de México, hoy en una época en que la mayoría de los países del llamado Primer Mundo ya voltean a energías de las llamadas limpias, al tiempo que México le quiere apostar a retomar una economía petrolizada.
Ésta es la humilde opinión de su servidor en cuanto a las similitudes entre un Partido Revolucionario Institucional que parece entrar al declive de su existencia con miras a su desaparición, con las políticas “modernas” de un gobierno tendiente a la izquierda que encabeza un priísta de origen.
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