CAMINOS DEL SUR
Se percibe y es
Manuel Nava
En nuestro país en los últimos tiempos se ha incrementado la delincuencia e inseguridad ciudadana y con altos índices de violencia en la sociedad, sin políticas claras ni integrales, es por ello que la inseguridad ciudadana se constituye en un problema multidisciplinaria y plurisectorial.
La Seguridad Ciudadana, como problemática nacional es un tema clave para la población. Su ausencia llega a afectar su calidad de vida, sobre todo en los habitantes del área urbana los cuales por experiencias anteriores, propias o de su entorno y la situación coyuntural crea sensaciones de inseguridad en las personas, a esta sensación la llamamos percepción de inseguridad.
Medir la percepción de inseguridad en una población, es un tema complejo ya que influyen muchas causas de distinta índole, tales como la ubicación espacial en la que se desenvuelve la población, su actividad económica, características sociodemográficas, entre otras percepción de inseguridad, a la sensación de la población de ser víctima de algún hecho delictivo o evento que pueda atentar contra su seguridad, integridad física o moral, vulnere sus derechos y la conlleve al peligro, daño o riesgo.
Los estudios indican que las elevadas tasas de criminalidad e inseguridad son un obstáculo para el desarrollo económico pues tiene, entre otros, los siguientes efectos: erosiona la calidad de vida, afecta negativamente el clima de negocios al disminuir la inversión, se genera un alto costo de oportunidad de los recursos destinados a seguridad, así como una percepción negativa de los ciudadanos sobre la efectividad del Estado en el combate al crimen, lo que redunda en la disminución de la calidad de la democracia, entre otros efectos.
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, (PNUD2013) identificó como factores: La abundancia de hombres marginalizados y la urbanización desordenada (factores demográficos); familias disfuncionales; desempleo; las nuevas oportunidades y tecnologías para el crimen, la pobreza y la desigualdad
(factores económicos); una escasa legitimidad del Estado y los conflictos armados (factores políticos); los usos sociales que implican el consumo de drogas y alcohol, así como el porte de armas; las pautas culturales que toleran la violencia; y la ineficacia e ineficiencia de las instituciones encargadas de la seguridad y la justicia.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) dio a conocer la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) correspondiente al trimestre de abril a junio de 2023.
La polémica se generó porque autoridades gubernamentales hablaron de que se trata de un muestreo de percepción y la realidad es que, en diferentes zonas del país se están disminuyendo las actividades delictivas.
En las entidades que conforman la Región Pacifico Sur, la percepción mejoró pero la violencia derivada de las acciones del crimen organizado son un contrapeso a los avances en tal índice.
De marzo a junio del 2023, el 71.4 por ciento de los tuxtlecos de 18 años y más consideró inseguro vivir en la capital de Chiapas, cifra que representa una tendencia anual a la baja del 12.8 puntos, pues en junio del 2022 el porcentaje de población que se sintió insegura en Tuxtla Gutiérrez fue de 84.2.
Durante el segundo trimestre del 2023, el 30.7 por ciento de la población de Tuxtla Gutiérrez de 18 años y más tuvo algún conflicto o enfrentamiento de manera directa con familiares, vecinos, compañeros de trabajo o escuela, establecimientos o con autoridades de gobierno.
Tapachula se encuentra dentro de una de las tres ciudades con los menores porcentajes de conflicto entre la población, con un 15.1 por ciento, por debajo de Ciudad Nezahualcóyotl (13.6) y San Nicolás de los Garza (14.9).
Durante el primer semestre de este 2023, se estima que el 21.2 por ciento de los hogares en la zona urbana de Tuxtla Gutiérrez fue víctima de al menos un delito de robo, mientras que el 11.5 por ciento de la población de Tapachula fue víctima de robo.
En Guerrero, Chilpancingo fue el único de los tres municipios del estado que experimentó una reducción entre el primer y segundo trimestre de 2023. Sin embargo, la capital del estado presenta el mayor porcentaje de personas que se sienten inseguras en la ciudad con 81.7 por ciento.
En marzo de 2023 el 83 por ciento de la ciudadanía que reside en Chilpancingo se sentía insegura en la ciudad. En junio de 2022 tuvo el mismo porcentaje que en 2023, en el presente trimestre la capital se posicionó como la octava con mayor percepción de inseguridad.
La percepción de inseguridad en tres ciudades michoacanas no presentó grandes variaciones respecto a marzo de este mismo año.
En el caso de Morelia, la cifra pasó de 63.1 a 64.8 por ciento; en Uruapan hubo una ligera mejoría, pues de 86.2 se bajó a 84.8, mientras que en Lázaro Cárdenas de 38.8 subió a 41.7 por ciento. La media nacional es de 62.1 por ciento, por lo que la capital del estado y la ciudad aguacatera están muy por encima de esa cifra.
A nivel nacional, la percepción de inseguridad es de 66.2 por ciento, mientras que en Oaxaca de Juárez, se ubicó 3.7 puntos por encima de esta durante el periodo de marzo y en el segundo trimestre no mostró mayor variación.
Aparentar tiene más letras que ser, diría la abuela.
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