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Vivir con Dolor

Parte Segunda

 

Luis Serieys Zárate

Ciudad de México

19/07/2023

 

Como ya lo establecimos en la primera entrega, el dolor crónico termina por obligarnos a aprender con un compañero indeseable que todo el día te hará sentir mal pero que tienes que tolerar porque no hay forma de eliminarlo completamente.

Y decimos lo anterior porque se trata de una enfermedad que sin aceptarlo aún el Gobierno de México, ya es un problema de Salud Pública que afecta a algo así como 28 millones de mexicanos.

 

El problema como lo establecimos es que no hay tratamientos que te quiten el dolor crónico, a menos que se trate de una operación o el consumo de opiáceos, porque los demás medicamentos sólo son paliativos ante un dolor que siempre está presente.

 

Hablar de caminar en los casos de dolor crónico que parte de un accidente o de afectaciones al nervio ciático representan un gran problema porque la parte afectada de la cadera a los pies siempre presenta dolencia a cada paso que se da.

 

Todo esto puede llevar a dificultades que can desde derivar en otras enfermedades como la depresión, la ansiedad o problemas para dormir a dificultades en hacer tareas del trabajo, el hogar o participar en eventos sociales.

 

Otros problemas que derivan del dolor crónico pueden derivar en el aspecto económico por no poder hacer su trabajo de manera adecuada, en lo familiar por requerir de ayuda permanentemente si hablamos de cuestiones más graves.

 

Ahora bien, a nivel internacional se dice que es importante encontrar un tratamiento eficaz para el dolor crónico, como lo señala Mayo Clinic en un artículo en donde habla de la complejidad y lo personal que debe ser el tratamiento porque lo que le funciona a una persona a otra puede no hacerle ningún efecto.

 

El artículo de Mayo Clinic señala que “esto se debe a varios motivos. La causa del dolor crónico combinada con la biología de la persona y su historial tienen un rol en el manejo del dolor. Además, encontrar el tratamiento que alivie el dolor puede llevar tiempo.

 

“Pero, al trabajar con los proveedores de atención médica, podrás encontrar tratamientos que te permitan desempeñarte mejor y llevar una vida más gratificante y placentera. El enfoque que elijas debe incluir más que solo medicamentos, pero es probable que debas tomarlos”.

 

Entre los tratamientos que mencionan en ese y otros artículos se habla del uso de antiinflamatorios no esteroides que son más eficaces para el dolor leve a moderado que va acompañado de hinchazón e inflamación, medicamentos que se utilizan normalmente para la artritis y los dolores debidos a desgarros musculares, torceduras, lesiones de espalda y cuello o cólicos menstruales.

 

Entre los medicamentos que se mencionan se encuentran el ibuprofeno y el naproxeno sódico para dolores menores a medianos, aunque recetarlos por tiempos prolongados y en dosis altas puede causar problemas graves al afectar órganos internos como los riñones, causar retención de líquidos o presión arterial alta.

 

El paracetamol o acetaminofén se suele recomendar como tratamiento de primera línea para el dolor leve a moderado. Se puede tomar para aliviar el dolor de cabeza, por lesiones cutáneas o por afecciones de los músculos y huesos.

El acetaminofén a menudo se receta para ayudar a controlar la osteoartritis y el dolor de espalda. También se puede combinar con opioides para reducir la cantidad de opioides que se necesiten.

 

Uno más de los antiinflamatorios mencionados son los inhibidores de la COX-2 son otro tipo de antiinflamatorio no esteroide y se puede tratar del Celecoxib, desarrollados para reducir los efectos secundarios comunes de los antiinflamatorios no esteroides tradicionales.

 

Los inhibidores de la COX-2 se utilizan normalmente para la artritis y el dolor provocado por esguinces musculares, torceduras, lesiones de espalda y cuello, o cólicos menstruales. Son tan eficaces como los antiinflamatorios no esteroides y pueden ser la opción correcta con menores riesgos para daño al estómago.

 

De acuerdo con Mayo Clinic “se descubrió que algunos medicamentos que se suelen recetar para la depresión y para evitar las convulsiones epilépticas ayudan a aliviar el dolor crónico, especialmente en el caso de la neuralgia crónica.

 

Pueden ayudar a aliviar el dolor de espalda, la fibromialgia y el dolor en los nervios relacionado con la diabetes, conocido como neuropatía diabética. Debido a que el dolor crónico a menudo empeora la depresión, los antidepresivos pueden ofrecer el beneficio extra de tratar los síntomas relacionados con el estado de ánimo.

 

Finalmente se mencionan los medicamentos opioides que son parientes sintéticos del opio y los medicamentos derivados del opio, como la heroína y la morfina. “Estos medicamentos, por lo general, se recetan para tratar un dolor nuevo, que se conoce como dolor agudo. El dolor agudo puede derivar de una lesión, como una cirugía o un hueso fracturado”.

 

El problema con los opioides es que se puede derivar por su consumo la adicción a éste tipo de medicamentos que a la larga pueden derivar en otros problemas más graves.

Para el Manual MSD los tratamientos para el Dolor Crónico se deben recetar medicamentos para aliviar el dolor; métodos físicos como la fisioterapia, además de terapia psicológica y conductual.

 

El tratamiento del dolor crónico puede incluir “medicamentos para aliviar el dolor como analgésicos, con métodos como la fisioterapia o la terapia ocupacional y a eso se agregan técnicas complementarias e integradoras de alivio del dolor, tales como acupuntura, masaje y neuroestimulación eléctrica transcutánea y terapia psicológica y conductual”.

 

De acuerdo con el mencionado Manual MSD “Si los tratamientos no son eficaces, el médico puede derivar a la persona afectada a una clínica del dolor”.

 

Si retomamos el tema de las consecuencias del dolor crónico como un problema de Salud Pública debemos recordar que el dolor se clasifica por su procedencia en nociceptivo, neuropático y mixto.

 

El dolor nociceptivo suele estar bien localizado, se suele deber a patologías musculoesqueléticas, inflamación o problemas mecánicos, normalmente causados por daño tisular.

 

El neuropático es originado por una lesión del sistema nervioso central o periférico de múltiples causas; suele referirse como dolor espantoso al tacto, quemazón, como alfileres… muy característico de la neuralgia postherpética, en neuropatía diabética e ictus.

 

El dolor mixto es aquel que posee características de tipo nociceptivo y neuropático, como por ejemplo la lumbalgia crónica.

 

De acuerdo con OFFARM el dolor crónico afecta a uno de cada cinco adultos en Europa (mientras que en México hay 28 millones de personas que lo sufren), por lo general, se trata de modo insuficiente.

 

Dos tercios de la población afectada por dolor crónico experimentan un dolor moderado, y el tercio restante padece un dolor intenso (valorado en una escala de 1 a 10, donde 1 indica ausencia de dolor y 10 dolor intolerable).

Desgraciadamente en México para atender el dolor crónico de 28 millones de ciudadanos que lo sufren por diversos problemas que van desde afectaciones por accidentes, enfermedades crónico degenerativas, operaciones o cáncer, entre otros, sólo hay 21 medicinas o sustancias aprobadas en el Cuadro Básico de

Medicamentos del Sector Salud para atender el dolor desde leve hasta intenso.

 

De ellas el principal tratamiento, sobre todo para problemas derivados de accidente o por enfermedades crónico degenerativas el único que se receta comúnmente es el Paracetamol.

 

En ese ramo de las afectaciones referidas se pasa a los medicamentos que sólo los especialistas como los de Ortopedia pueden recetar que son los de carácter desinflamatorio y después pasamos que receten medicamentos para el dolor neuropatico.

 

serieys@hotmail.com

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