Contexto Político
Libertad de expresión e intolerancia
Por Efraín Flores Iglesias
Los periodistas de Guerrero estamos acostumbrados a navegar entre un mar de versiones encontradas y ante la intolerancia de los hombres y mujeres del poder que se incomodan ante las críticas y cuestionamientos que se hacen por su forma de gobernar.
La mayoría de los gobernantes están acostumbrados a que se hable bien de ellos en los medios de comunicación y no se den a conocer los errores y excesos que cometen. Y eso no es de ahora. Siempre ha ocurrido.
El periodista no es enemigo del poder, porque el rol del periodista y los medios de comunicación es fundamental en una sociedad democrática, aunque muchos actores políticos nos han considerado un peligro para sus intereses porque no nos cuadramos a ellos.
Tampoco es malo que los periodistas nos llevemos o tengamos amistad con los políticos. Ni que en algunas ocasiones destaquemos algunos aciertos que tengan en el ejercicio público.
Al final, cada quien es responsable de lo que escribe, de lo que difunde, de lo que cuestiona o destaque en sus espacios.
Lamentablemente, no todos las mujeres y hombres del poder entienden el papel del periodista, porque mientras más pasa el tiempo la piel se les pone más delgada y empiezan a despotricar contra los comunicadores que difunden información confiable y con estricto apego a la verdad.
Las mujeres, especialmente, son las que más se quejan por las críticas que se hacen en los medios de comunicación. Pero no entienden que las críticas formuladas son en función del cargo que desempeñan y no por su condición de mujer.
Y no generalizo. También hay mujeres del poder que son respetuosas de la crítica y que no pierden el tiempo en conflictos estériles, sino que se dedican a trabajar y cumplir con los compromisos que hicieron cuando anduvieron en campaña.
En mis 18 años de trayectoria periodística he conocido a muchos hombres y mujeres del poder, desde gobernadores, presidentes municipales, legisladores, jueces, magistrados, procuradores (hoy llamados fiscales), mandos policíacos y militares.
También he tenido el privilegio de conocer a rectores, secretarios generales de sindicatos y líderes religiosos.
Y aclaro: no todos han sido mis amigos, pero sigo conviviendo con muchos de ellos. Con algunos ha habido distanciamientos temporales, y con otros, de plano, definitivos.
En ocasiones, reconozco, ser muy severo en mis críticas, por lo que me he ganado la animadversión de ciertos personajes del poder y de sus seguidores y/o aplaudidores.
Como la mayoría de mis colegas, soy rebelde por naturaleza, porque me duelen las injusticias y porque estoy en contra de los abusos que se cometen desde el poder.
He sido crítico de los últimos presidentes municipales de Chilpancingo. Y de eso hay constancia. Sólo es cuestión de recurrir a la hemeroteca.
A la persona que gobierna actualmente Chilpancingo se le ha cuestionado por los excesos y errores que ha cometido desde el 30 de septiembre de 2021 a la fecha, y no por su condición de mujer.
Me refiero a la morenista Norma Otilia Hernández Martínez, quien en la elección de junio de 2021 resultó victoriosa, convirtiéndose de esa manera en la tercera mujer en gobernar los destinos del municipio de Chilpancingo. La primera, recordemos, fue Aurora Meza Andraca (1936-1937) y la segunda María Magdalena Vázquez de Huicochea (1978-1980).
Al igual que muchos candidatos de Morena, a Norma Otilia Hernández le favoreció la marca de su partido (Morena) y la campaña que hizo Evelyn Salgado Pineda, quien ese mismo año fue electa gobernadora de la entidad.
Desde esta columna he dado cuenta de las promesas que hizo en campaña la alcaldesa de Chilpancingo, las cuales ha incumplido, así como los desaciertos que ha tenido al frente del Cabildo y su predilección a las fiestas y espectáculos.
También he retomado algunas denuncias que han hecho ciudadanos, dirigentes partidistas y miembros del Cabildo que encabeza. Y su irresponsabilidad durante la emergencia sanitaria por la pandemia de Covid-19.
Su pésimo equipo de colaboradores y de asesores, han contribuido también en que la presidenta Norma Otilia Hernández cometa errores y horrores al frente del Ayuntamiento de Chilpancingo.
Su soberbia se palpa a simple vista. Y no se diga su intolerancia a la libertad de expresión y la libertad de prensa.
No soy el único periodista que ha cuestionado sus yerros. Somos más los comunicadores independientes que lo hemos hecho con estricto apego a la ley.
Lamentablemente y en un acto de desesperación política, la señora presidenta municipal denunció por violencia política en razón de género al secretario general de Gobierno, Ludwig Marcial Reynoso Núñez, a cuatro dirigentes estatales de partidos políticos y a los periódicos “Diario de Guerrero” y a “Vértice, Diario de Chilpancingo”.
La denuncia fue presentada el pasado 8 de agosto como Procedimiento Especial Sancionador ante el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC) por violencia política en razón de género en su contra.
Por ello manifiesto mi solidaridad a los citados periódicos que se editan en Chilpancingo y mi condena a todo ataque sistemático a la libertad de expresión.
Ahora resulta que, señalarle sus errores como gobernante y recordarle sus compromisos incumplidos de campaña es violencia política en razón de género. ¡Por favor!
Su actitud y discurso frente a los medios de comunicación y periodistas críticos se ubica en el campo de los gobernantes intolerantes y autoritarios.
Y que conste: el presidente municipal de Chilpancingo más cuestionado en los medios de comunicación en los últimos años, no ha sido ella, sino Marco Antonio Leyva Mena, quien resistió en todo momento las críticas que se hicieron en su calidad de gobernante.
Insisto, a todos personajes del poder se les cuestiona por el cargo que desempeñan, y no por su condición de género.
Ojalá la alcaldesa reflexione mejor su actuar y se rodee de un mejor equipo de colaboradores, porque los que tiene en este momento, son parte de su naufragio.
Chilpancingo merece un mejor destino y no pleitos estériles ni promesas incumplidas.
Comentarios:
efrain_flores_iglesias@hotmail.com
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