LECTURA POLÍTICA
Negarse a controlar pasado, presente y futuro
Noé Mondragón Norato
Los operadores de la candidata presidencial morenista, Claudia Sheinbaum Pardo, están errando la estrategia. Como si dependiera del “equilibrio” de las fuerzas políticas más disímbolas, el triunfo del próximo 2 de junio. Como si se precisara del apoyo necesario de priistas y perredistas para asegurar el gane. Pero es en el fondo, un coctel venenoso. Un camino inseguro que no estaría reafirmando e impulsando los procesos democráticos del país, sino estancándolos. El escritor inglés George Orwell definía la situación de este modo: “el que controla el pasado controla el futuro; y el que controla el presente controla el pasado”. Se confirma lo anterior en la infrecuente radiografía del momento.
CEDER PODER; NO CAMBIAR. – Muy en el fondo, ni el presidente AMLO ni el Morena han querido controlar el pasado ni el futuro. Y el presente se les desborda con los colonizadores del pasado que ya están horadando esa barca política. Se lee así: 1.- Lo que no hizo el panista Vicente Fox con la primera alternancia en la presidencia de la república en 2000, tampoco lo está haciendo AMLO. Es decir, desmontar toda la maquinaria corrupta del pasado político heredada por el PRI, y sustituirla por una completamente nueva. El presidente está echando mano de los priistas y perredistas del pasado y todos los vicios que arrastran, para apuntalar a la candidata presidencial del Morena. En Guerrero un ejemplo salta: el del candidato a diputado federal por el distrito 4 de Acapulco, el ex priista Javier Taja Ramírez, cuya postulación irritó profundamente a las bases morenistas y la propia sociedad civil, pero fue justificada burdamente por el dirigente estatal del Morena 
Jacinto González Varona, con un argumento tan desproporcionado como absurdo y vil: “no hubo perfiles del Morena que ganaran la encuesta en ese distrito”. Es decir, ese partido está abierto a priistas, perredistas y panistas para que se midan en las encuestas, con la militancia morenista. En esa lógica, González Varona también debió incluir en otras encuestas, al exgobernador ex priista Héctor Astudillo, al renunciante tricolor Mario Moreno y al propio senador reeleccionista Manuel Añorve. Así, el dirigente estatal morenista no quiso controlar el pasado cerrándole la puerta. Y condenó a su propio partido a la hipotética debacle política y electoral del futuro. 2.- Otro caso también perturba: la reunión que sostuvo el exgobernador priista-perredista Ángel Aguirre Rivero, con Héctor Ulises García Nieto, delegado en Guerrero de la Coordinadora de los Comités de Defensa de la Transformación. Es decir, el operador de Claudia Sheinbaum. En esa reunión, Aguirre habría ofrecido “todo lo que está a su alcance” para que la candidata presidencial del Morena gane la elección. El punto es que Aguirre y su tribu perredista IPG, apoyan presumiblemente, a la candidata presidencial de la alianza PAN-PRI-PRD, Xóchilt Gálvez. Pero el exgobernador es viejo lobo de mar y también experto en colocar a quienes forman parte de su grupo político cerrado, en candidaturas del PRI, PRD, PAN y también en Morena. Por eso, lo que García Nieto se negó a revelar, es todo lo que Aguirre pidió a cambio de esa inusitada adhesión. Es decir, es un personaje que no otorga sus apoyos de poder al vacío. Y por esa razón en los próximos días estarían generándose nuevas y desconcertantes sorpresas. Como el hecho de que algunos cuadros políticos aguirristas —en abierta sintonía con el ex priista Javier Taja Ramírez— aparezcan de pronto, “ganando las encuestas” para otros cargos de elección popular en Guerrero. Y de nueva cuenta la militancia morenista auténtica sea desplazada y se quede rumiando su agravio. Esa deplorable situación confirma de algún modo, la tesis orwelliana, en un solo sentido: ni el presidente AMLO ni la candidata presidencial del Morena, Claudia Sheinbaum ni el dirigente nacional de ese partido Mario Delgado ni el estatal Jacinto González, quisieron controlar el pasado. Y, en consecuencia, el futuro los está exhibiendo y podría aplastarlos. Tampoco controlaron el presente y entonces el pasado también los está rebasando. Imponiéndose. Como se ve, las ideas del brillante ensayista inglés siguen vigentes y aplicables a las realidades de poder actuales.
HOJEADAS DE PÁGINAS…Vestido y arropado por los colores del partido naranja (MC), el ex priista Mario Moreno Arcos fue presentado oficialmente ayer miércoles, como candidato al senado por ese partido. Secundado por el dirigente nacional de MC, Dante Delgado y por el exgobernador Héctor Astudillo, el también ex edil de Chilpancingo planea sortear obstáculos y ganarle la contienda al actual senador priista Manuel Añorve Baños, quien va por la reelección. Pero con propuestas y actores desgastados en las candidaturas y con una votación apenas simbólica obtenida en la pasada elección de 2021, a ese partido no se le advierten crecimientos repentinos y atípicos. Con el agravante de que la operación política parece estarse inclinando del lado añorvista. Y si no, al tiempo.
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