LECTURA POLÍTICA
¿A cambio de qué Aguirre apoya a Claudia?
Noé Mondragón Norato
Las tribus perredistas decidieron “ponerle el cascabel al gato”. Y tomaron distancia del exgobernador Ángel Aguirre, quien en una doble y hasta triple apuesta de poder confirmó que va con la morenista Claudia Sheinbaum en la disputa por la presidencia del país. Pero en lo local, apoyará al PRD. Y luego fue a visitar la sede del PRI municipal en Acapulco, reuniéndose con el senador Manuel Añorve. Llamó a ese enjuague pernicioso, “su pluralidad política”. Pero hay puntos ocultos en esta dinámica de poder.
REPARTOS QUE NO ALCANZAN. – En corrillos políticos el trascendido es fuerte y lleva mucho sentido: al exgobernador Ángel Aguirre la alianza PAN-PRI-PRD le habría negado el pase a la diputación federal por la vía plurinominal, pues se entiende que, en una elección abierta, se encontraría de frente con la protesta inacabada de los padres de familia de los 43. Ante ese escenario, el dirigente nacional del PRD Jesús Zambrano Grijalva —quien sí logró la senaduría plurinominal—, le abrió la cancha para que decidiera considerar sus apoyos a la candidata presidencial opositora, Xóchilt Gálvez. Se lee así: 1.- En un inicio, los amarres de poder de Ángel Aguirre iban por buen camino en la alianza PAN-PRI-PRD. Pero la renuncia de Héctor Astudillo al PRI los afectó. Sobre todo, porque el dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas Alito, percibe en Aguirre —y también en Astudillo— a un aliado del exsecretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, su adversario político acérrimo. Se entiende entonces que Alito habría maniobrado con las cúpulas panistas y con su dirigente nacional Marko Cortés, para frenarlo. Al cerrarse la puerta en la alianza opositora al Morena, el exgobernador perredista decidió también canjear sus apoyos hacia la morenista Claudia Sheinbaum. Y los hizo públicos, sin ningún tipo de rubor. Es más: quería que Xóchilt, los priistas y panistas nacionales se enteraran. Ninguno de ellos ha fijado postura al respecto. Pero en la lógica del poder la coartada era incontrovertible y rezumaba sentido: no alcanzó tajada en el reparto del pastel político nacional. 2.- Con la venía política del dirigente perredista Jesús Zambrano, Aguirre sabía que afectaría a las tribus perredistas locales con su polémica declaración. Y las intenta chamaquear asumiéndose como “estadista y hombre de Estado”. Estos entendimientos entre Zambrano-Aguirre se trasladan hasta 2014 cuando tras el escándalo por la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, Ángel Aguirre renunció al gobierno estatal. Zambrano estaba como dirigente nacional y también se fue el 5 de octubre de ese año. Al hacerlo evitó ser él quien le pidiera la renuncia al exgobernador perredista. La hizo efectiva su relevo, Carlos Navarrete Ruiz. Por eso los entendimientos políticos entre Aguirre-Zambrano caminan por rieles bien aceitados. Y por eso se entiende también que las protestas de las tribus perredistas guerrerenses estarían siendo desoídas por el propio Zambrano. 3.- Si Ángel Aguirre asumió ante Ulises García Nieto —uno de los representantes de Claudia Sheinbaum— que la apoyaría en Guerrero, eso significa que el personaje más afectado con esa inédita y sorpresiva adhesión será el senador Toro. De algún modo, Félix Salgado ha remado en contraflujo a la operación política del exmandatario perredista. Hay en los hechos, distanciamientos muy notorios entre ambos. Por eso mismo, el senador Toro también ha guardado un prolongado silencio. Al parecer, consulta al respecto con el presidente AMLO y con la propia Claudia, la conveniencia o no, de avalar los dichos políticos de Aguirre. Porque al final de cuentas, podría ser desplazado en la operación política. Y los otros personajes que fueron al CEN del Morena a inconformarse porque quieren por la fuerza ser candidatos, tampoco reparan en ese hecho. Es decir, la progresiva colonización por parte de las figuras más notables del priismo y perredismo, en el partido presidencial. Fustigan al interior, pero dejan pasar lo exterior. Y la pregunta es ineludible: ¿A cambio de qué, Ángel Aguirre cambió sus apoyos hacia Claudia Sheinbaum? La propia candidata presidencial morenista tendrá que aclararlo en su arranque de campaña de mañana viernes.
HOJEADAS DE PÁGINAS…Y mientras el propietario del PRI en Guerrero, el senador Manuel Añorve Baños, recibió al exgobernador Ángel Aguirre en Acapulco, el dirigente estatal tricolor, Alejandro Bravo Abarca, asume simuladamente que ellos sí apoyarán a Xóchilt Gálvez. El dirigente priista es una herencia política del exgobernador Héctor Astudillo, quien ya se fue al MC, despotricando contra el PRI. Añorve va a jugar su propia baraja asumiendo que Aguirre tiene el control del PRD local y podría arroparlo para aplastar literalmente al candidato del MC al senado, Mario Moreno. Y el PAN sencillamente no cuenta ni figura a nivel local. La derrota electoral anunciada en Guerrero contra la candidata presidencial de la alianza PAN-PRI-PRD Xóchilt Gálvez, ya la consumaron tres personajes: Ángel Aguirre, Manuel Añorve y Héctor Astudillo. Qué tal.
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