Blog Post

Desde Abajo Noticias > Opinion > Los aliados que se desmoronan

Los aliados que se desmoronan

LECTURA POLÍTICA

Los aliados que se desmoronan

Noé Mondragón Norato

 

El escenario es real: es el presidente AMLO quien ha dotado de armas a sus opositores para que lo ataquen y contribuyan al deterioro de su imagen en la coyuntura de la elección presidencial del próximo 2 de junio. Pero hay algo todavía más preocupante: sus aliados de la elección presidencial de 2018, también se le están volteando. Hay una serie de ingredientes altamente detonantes que le van a complicar el gane al Morena, en función de que las contradicciones profundas y sistemáticas permean al interior de Palacio Nacional. El pulso lo refrenda.

PRESIDENTE PERMISIBLE. – Empeñado en pasar a la historia como uno de los mejores mandatarios del país, el presidente AMLO rebasa los límites de la tolerancia en todos los rubros de su gobierno. Y para efectos de una buena gobernanza, hay algunos donde la intolerancia se torna necesaria y se mide con resultados positivos. Se lee así: 1.- Una de las facetas presidenciales más polémicas, es cuando decidió atacar la inseguridad y la violencia provocada por los grupos delictivos, pertrechado en la cantaleta que se volvió slogan de campaña opositor: “Abrazos, no balazos”. Con ello se percibió altamente tolerante con las manifestaciones más violentas que sacudieron al país y que se midieron también, con los altos grados de impunidad de crímenes que jamás fueron investigados ni resueltos. Pero AMLO siempre encontró coartadas en sus “mañaneras”, para arreglar lo descompuesto mediante un discurso justificante, simulador y elusivo. A partir de ese momento y dada la cercanía de la elección presidencial, sus opositores colgaron de las redes sociales el hashtag “NarcoPresidente” derivado de dos investigaciones originadas en el Departamento de Justicia de los Estados Unidos que lo vincularon con presumibles financiamientos delictivos a dos de sus campañas presidenciales. La excesiva tolerancia al crimen organizado dotó de armas políticas muy poderosas a los opositores del actual presidente. Las cuáles serán explotadas con ahínco y recurrentemente durante las actuales campañas presidenciales. Ahí, la clave para desactivarlas era la intolerancia con los delincuentes. No su consentimiento prolongado. A estas alturas y aunque quisiera, AMLO ya no puede revertir ese deterioro. Y le pegará de soslayo, a la candidata morenista Claudia Sheinbaum. 2.- La fuerza represiva del Estado aumenta con base en la escalonada presión social. Lo dictan los manuales de política. Lo saben quienes dirigen los destinos de las mayorías. Generalmente, estas presiones de los grupos colectivos insatisfechos encarnan en los aliados del pasado. Eso es justo lo que ocurre al actual presidente: los padres de familia de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa le dieron su respaldo en la elección de 2018. Confiaron en AMLO en dos vertientes: primero, que desechara con nuevas investigaciones la llamada “Verdad Histórica” heredada por el gobierno del expresidente priista Enrique Peña Nieto. Y segundo, que diera con el paradero de los estudiantes desaparecidos. Se cumplió la primera, pero no la segunda. El presidente elaboró una excusa: el gobierno de Israel se ha negado a extraditar al exdirector de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), Tomás Cerón de Lucio, el presunto personaje clave para desentrañar el misterio de los 43. Pero Cerón de Lucio era subordinado del entonces procurador general de la república, Jesús Murillo Karam, detenido y consignado a prisión domiciliaria. ¿Sabía más Cerón de Lucio de los 43 estudiantes que su propio jefe, el procurador Murillo Karam? A ello se añaden las exoneraciones a militares implicados. El punto es que los padres de los 43 normalistas sienten que no se ha movido el mismo agravio del pasado. Y por eso exigen diálogo directo con el presidente. Y por eso mismo, cansados de su indiferencia, derribaron ayer una de las puertas de Palacio Nacional. La respuesta fue intolerante: “es un acto de provocación”. Lo secundó en ese mismo tono y con las mismas palabras, la candidata presidencial del Morena, Claudia Sheinbaum: “hay que evitar cualquier provocación”. ¿Quién provocó a quién? ¿Hay que echar en saco roto el dolor inacabado de esos padres guerrerenses por no tener presentes a sus hijos? ¿Dónde ha terminado la verdad y comenzado la simulación oficial? Los aliados del pasado también se desmoronan.

HOJEADAS DE PÁGINAS…Tratando inútilmente de vender “espejitos por oro”, el dirigente estatal del PRD, Alberto Catalán Bastida asumió que “el IPG apoyará a los candidatos del PRD, nuestro votó no será diferenciado”. Lo hizo con la intención de operar un simulado “deslinde político” respecto de su patrón, el exgobernador Ángel Aguirre. Pero eso fue justo lo que Aguirre confirmó: “apoyaré en la elección federal a la candidata del Morena Claudia Sheinbaum, y en lo local al PRD”. Es decir, no operará sus apoyos ni con el PRI ni con el PAN. Y si Catalán Bastida asumió lo mismo, significa que a la tribu IPG no le interesa en absoluto que ganen o pierdan la candidata presidencial de la alianza PAN-PRI-PRD, Xóchilt Gálvez ni el aspirante reeleccionista al senado, el priista Manuel Añorve Baños. Ambos personajes —Aguirre y Catalán Bastida— van a salvaguardar sus propios intereses de poder. No hay más.

 

Denuncia en desdeabajo Noticias!


¿Conoces o tienes fotos y videos de algún acto de posible negligencia, corrupción y abuso de autoridad? Mándalo al WhatsApp:  de desdeabajoNoticias: 7443262471. ¡Compártelo! Nosotros le damos seguimiento

www.desdeabajo.com.mx

Síguenos también en Twitter: @Yae31099C en Facebook: DesdeabajoAca:https://www.facebook.com/profile.php?id=1000636239783

Please follow and like us:
Facebook
YouTube
Pinterest
LinkedIn
Telegram
WhatsApp
Tiktok
es_MXSpanish