LECTURA POLÍTICA
Lastres del Morena
Noé Mondragón Norato
Para Josefina, mi madre. En su onomástico.
Lastres del Morena
A los del Morena se les hace fácil engatusar a sus adherentes con la “genial” idea de que abolirán la reelección. Eso sucederá —si es que sucede— pero hasta que lleguen como senadores o diputados federales. Pero antes los debe beneficiar para ser reelectos. Un disparate que nadie les cree y que representa un literal escupitajo en el rostro de los electores. Es ahí donde imitan y se convierten en clones del PRI que detestan en el discurso, pero abrazan con ternura en los hechos. Hay que asomarse a los lastres que arrastra un partido que se pensó diferente en sus prácticas, pero sin renunciar a la consabida frase de que “todo cambia para que todo siga igual”.
REELECCIÓN: PREMIO A LO INÚTIL. – La utilidad política de un legislador se mide de cuando menos dos maneras: las iniciativas de alto impacto presentadas en sus respectivas cámaras a fin de modificar leyes obsoletas. Y la capacidad de gestión ante el gobierno federal para obtener mayores beneficios a sus respectivas entidades. Se lee así: 
1.- Si se mira bien, el senador Toro representa un verdadero lastre para el Morena. Nunca se le conoció trabajo legislativo de alto impacto que se tradujera en beneficios tangibles para nuestra entidad. Y como ya es su estilo, se dedicó a frivolizar reiterada y sistemáticamente. Sobre todo, en las redes sociales. Bastó el parámetro de su popularidad derivado de lo anterior, para que se incrustara de nueva cuenta como candidato a la reelección por el senado. No hay resultados reales, pero sí “arropamiento del pueblo sabio”. Así es como mide su éxito. Se ufana de él. Se ríe de sus detractores. Como si esa comicidad sirviera de base para arreglar los problemas que no ha podido gestionar como senador. Todo lo anterior aunado a un hecho incontrovertible: su recomendado en la Secretaría General de Gobierno, Ludwig Marcial Reynoso Núñez cometió errores muy visibles en la operación política. Se vio obligado a salir por piernas de esa dependencia ante los hechos de Ayotzinapa que lo consumían. Pero la abominable reelección va. 2.- Al dirigente estatal del Morena, Jacinto González Varona le quedaron muy grandes los dos cargos que asumió: el de dirigente estatal de ese partido. Y el de diputado local. En ninguno de los dos logró hacer ajustes democráticos internos verdaderos ni presentar iniciativas en materia legislativa que lo catapultaran como un político “diferente” a los del PRI o PRD. Simplemente creció “a la voluntad del tiempo y de los hechos”. Nunca presentó un plan preconcebido para adelantarse a las crisis internas que lo rebasaron. Y ante las externas, optó por dos cosas: guardar silencios prolongados. Y echarles la culpa a los gobiernos pasados. El panorama que tiene enfrente revela sus naturales limitaciones políticas y su propensión morbosa a la repetición de esquemas priistas corrompidos: la militancia interna del Morena está quedando profundamente inconforme con las “imposiciones” en candidaturas en alcaldías y diputaciones locales, así como en las listas de plurinominales. Pero, sobre todo, porque también se “auto palomeo” en el primer lugar de la lista de legisladores locales de representación proporcional. Es decir —y ahí radica la aberración— se reelegirá por segunda ocasión por la vía plurinominal. Sin la legitimidad de los votos ni el llamado de las urnas. Es un diputado local morenista beneficiario no sólo de la controvertida reelección heredada por el nefasto expresidente priista del país, Enrique Peña Nieto —y que el presidente AMLO no quiso meter en su paquete de reformas a la Constitución del pasado 5 de febrero—, sino del también pasado tricolor de los premios a las ineficacias y a las inutilidades proyectadas en la función pública. Pero asociados a las lealtades perrunas, disciplinadas y obedientes que permiten entender la fermentación irrestricta de las tiranías. ¿Es acaso ese el modelo “democrático” propuesto por el Morena en Guerrero, a las nuevas generaciones de políticos que con ello caminan en suelo firme hacia lo acomodaticio, el valemadrismo y lo displicente? ¿Está dando resultados para salir de las crisis de siempre, pero justificadas con un discurso propagandístico que pondera la mentira? Las crisis del Morena caminan por los mismos senderos de sus némesis del PRI, PAN y PRD. Sin duda alguna.
HOJEADAS DE PÁGINAS…Como no tiene cuadros nuevos y la decisión se quedó en manos exclusivas del senador Manuel Añorve Baños, el PRI de siempre designó a puros personajes con olor a pasado añejo tanto en la reelección de algunas candidaturas a diputados locales de mayoría relativa, como de las plurinominales. Destaca el eterno operador del grupo Figueroa, Héctor Vicario Castrejón, la añorvista Pilar Vadillo Ruiz y hasta la dirigente del sindicato de Salud, Beatriz Vélez Núñez, quien sorpresivamente, ya no quiso ir como candidata a la alcaldía de Chilpancingo. Añorve no entiende que, con esas decisiones polémicas, más que afianzar aliados políticos que ya no garantizan nada, atrae votos ciudadanos en contra. Porque es el pasado justamente, lo que hunde a ese partido en el presente.
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