Zona Cero
El elitista secretario de turismo de
Acapulco, rechaza el turismo pobre
Roberto Santos
Si existe una manera de definir al secretario de Turismo del municipio de Acapulco, es que es clasista y elitista.
Algo que la 4T dice rechazar.
Quizá no esté mal que lo sea, pues ha de provenir de las élites económicas del estado o del país, y solo sea un chiste de quienes aseguran que cuando tomó protesta de la secretaría de Turismo, llegó “con una mano al frente y otra atrás.”
Es decir, llegó sin nada que lo cubriera por ambos lados.
Y si eso dicen sus propios compañeros de trabajo, es probable que sea cierto.
Aunque David Abarca Rodríguez pronto sacó el cobre y, ahora, señalan los trabajadores, que los acosa laboralmente.
El funcionario es señalado por abusar del poder que le da el cargo y de la cercanía que tiene con la presidenta municipal, con quien tiene el puesto asegurado si ella consigue la reelección, según dicen los denunciantes.
El hostigamiento de esta persona llevó a los empleados a salir a denunciarlo a los medios de comunicación para que detenga sus agresiones.
David Abarca Rodríguez se ha hecho famoso en los últimos días al rechazar el turismo pobre, el que afea y da mala imagen al puerto de Acapulco.
Postura por demás clasista y elitista al oponerse que llegue ese turismo que instala casas de campaña y compra sus alimentos en las tiendas de conveniencia.
Al funcionario se le olvida que los hoteles aun no tienen la capacidad de alojar a los miles de turistas que pueden llegar en Semana Santa.
Ya lo imaginamos en la caseta de La Venta, impidiendo el paso al turismo local o el que viene de la Ciudad de México solo por ser pobres y traer su casa de campaña para instalarse en la playa.
Con cara de circunspecto, se puede preguntar:
¿Desde cuándo eso no se puede hacer?
¿Será que desde cuando está al frente de la secretaría, el turismo aceptable es el que llega en los yates y en los cruceros, donde dicen que él tiene negocios?
¿Fue David quien decretó que las playas de Acapulco sean solo para los ricos?
Si esto fuera poco, hace algunos días los prestadores de servicios turísticos, explotaron contra el secretario de marras, de quien consideran su gestión como “desastrosa” y hasta pidieron a la presidenta municipal que ya lo despida.
Este grupo de prestadores de servicios turísticos se quejaron de que el funcionario los ignora y carece de un plan de desarrollo que active económicamente a este sector que resultó afectado por el huracán Otis.
Fueron ellos quienes también dijeron que David Abarca entró a la dependencia con una mano atrás y otra adelante, y que ahora ya no es pobre, pues cobra altas sumas de dinero para autorizar espectáculos y que beneficia su agencia de viajes.
Además, quieren saber dónde se aplicaron los 47 millones de pesos, destinados a fortalecer el turismo local y hasta el momento ignoran si con sus actividades y sus viajes ha conseguido traer al menos un turista al puerto de Acapulco.
Señalaron que lo único que ha hecho bien, son los pagos por suculentas comidas en restaurantes caros.
Y circularon hace unos días, facturas por un desayuno con un precio de 30 mil pesos, que por cierto el funcionario no aclaró si eso era o verdad o mentira.
O si valió la pena pagar tal precio por un desayuno.
Porque, finalmente, ya no está con una mano atrás y otra adelante.
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