LECTURA POLÍTICA
Poder: propiedad privada en Guerrero
Noé Mondragón Norato
Es una sucesión de acuerdos inconfesables para dividirse el poder. Las élites políticas se lo reparten ante la mirada sorpresiva, enfadada y hasta maledicente de los ciudadanos quienes terminan por beberse y luego rezumar sus agravios. Nada pueden contra un oponente escurridizo, indiferente a sus reclamos y dueño de un abultado pesaje. Llegado el momento, juran cobrar venganza en las urnas a fin de apaciguar sus efímeros enojos. Aunque al final muchos terminan formando parte del clientelismo partidista que supura corrupción y sufragando a favor de aquel que se burló de ellos. Como los pañales desechables, esos ciudadanos son utilizados y luego arrumbados en el basurero político. Por eso los reclamos de justicia e indignación posteriores no proceden. Pierden ese derecho al votar a favor de sus futuros verdugos. El poder y su estrecha fauna nociva nacieron para favorecerse de él. No para repartirlo.
PODER: PROPIEDAD PRIVADA. – Si la propiedad privada es la clave para entender el proceso de circulación del capital y también las reglas del mercado sustentadas en la oferta y la demanda, la política se escrituró desde hace décadas a favor de apretadas élites del poder. Y, por lo tanto, todo lo que entrañe su control les pertenece. No admiten ningún tipo de injerencia. Hay que ir a los hechos: 1.- Como el senador priista Manuel Añorve se convirtió en dueño del PRI, mantiene reservadas para su familia la candidatura a la alcaldía de Acapulco y una de las candidaturas a la diputación federal. Figuran ahí su esposa Julieta Fernández Márquez —actual diputada local plurinominal y quien ya solicitó licencia al cargo— y su hijo Manuel Añorve Aguayo, “el orgullo de su nepotismo” dixit José López Portillo. La primera condicionante de todo político que llega a ejercer controles partidistas, consiste en asegurar primero, a su familia. 2.- Esta misma tendencia nepotista la siguen el actual diputado federal del PT por el distrito cinco, Victoriano Wences Real quien ya aseguró la reelección en la curul en alianza con el Morena. Y su esposa Leticia Mosso Hernández, lo hará a su vez como diputada local. Con ello, sumará nueve años como legisladora y Victoriano seis. Ambos son dueños también, de un trabajo profundamente mediocre que borda del gris al oscuro. Desde luego, la región de la Montaña permite —por la pobreza y el atraso de sus habitantes— el lucro del voto, una manipulación inmisericorde que debería tipificarse como delito por parte de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y la venta reiterada y sin ningún tipo de escrúpulos, de una quimera que nace muerta. A esta pareja le ha funcionado a la perfección. El drama seguirá mientras aquellos votantes lo sigan permitiendo. 3.- En el Morena, la familia Mora Eguiluz tiene el control político del municipio de Tlalchapa donde despacha Tania Mora Eguiluz. Pero no sólo de aquel territorio calentano, sino de la curul federal del distrito uno donde va a competir Celeste Mora, hermana de la edil; en el PRD, el ex edil de Acapulco, Evodio Velázquez Aguirre apuntó como legisladora federal plurinominal a su esposa, Perla Martínez. Y él se anotó como diputado local por ese mismo principio. También el diputado local por ese partido, Bernardo Ortega Jiménez, empujó a su hijo Jorge Iván Ortega como candidato en el distrito 24 que el propio Bernardo encabeza. Y el dirigente estatal del PRD, Alberto Catalán Bastida registró a su esposa Cinthya del Carmen Corona como suplente por segunda vez, de la diputada Yanelly Hernández Martínez quien, para variar, va por la reelección. En el PAN, el dirigente estatal de ese partido, Eloy Salmerón Díaz, registró a su esposa María Irene Montiel Servín en el primer lugar de la lista de diputados locales plurinominales. Y en el partido Movimiento Ciudadano (MC), el exgobernador Héctor Astudillo espera el momento para registrar a su hijo Ricardo Astudillo Calvo en el primer lugar de la lista plurinominal de diputados locales. O en la diputación federal por esa misma vía. El punto es que todas esas familias escrituraron el poder como suyo en Guerrero. Y por eso empujan a sus consanguíneos y parentelas a los cargos de elección. La ineficiencia, hija predilecta del matrimonio formado por la inercia y la mediocridad y creadoras activas las tres, de las injusticias, seguirán imponiéndose.
HOJEADAS DE PÁGINAS…Lo peor que le puede pasar a la capital Chilpancingo, es que sea gobernada por un personaje que ha saltado sin ningún tipo de escrúpulo ni pudor, lo mismo del PRI al PRD y luego regresar muy orondo al PRI. Privilegiando desde luego, sus intereses personales y del grupo liderado por el exgobernador Ángel Aguirre. Y ahora se proclama morenista por los cuatro costados. Se trata de Jorge Salgado Parra, quien es propietario legítimo de otro lastre: como legislador local del PRI y diputado federal del PRD, no le aportó absolutamente nada a Guerrero. ¿Qué podría aportarle ahora a la capital del estado enfundado en una popularidad de ficción y bajo la etiqueta de un partido —el Morena— que con este tipo de personajes postulados a cargos de elección confirma el nivel de irreversible putrefacción que lo inocula? El plan C del partido presidencial ya comenzó a colapsar.
Denuncia en desdeabajo Noticias!
¿Conoces o tienes fotos y videos de algún acto de posible negligencia, corrupción y abuso de autoridad? Mándalo al WhatsApp: de desdeabajoNoticias: 7443262471. ¡Compártelo! Nosotros le damos seguimiento
Síguenos también en Twitter: @Brigida35118504y en Facebook: DesdeabajoAca:https://www.facebook.com/profile.php?id=1000636239783