LECTURA POLÍTICA
Pluris: para dirigentes estatales sin resultados
Noé Mondragón Norato
Si el dirigente de un partido político nacional no proyecta resultados medidos con el triunfo de espacios en gobiernos estatales, senadurías y diputaciones federales, la regla es clara: debe irse de dicha dirigencia. Representa el castigo hacia su ineficacia. Pero en el caso de los dirigentes partidistas estatales —al menos en Guerrero— y aun sin mostrar resultados ganados en alcaldías y diputaciones locales, no hay castigo para ellos, sino premio. La regla nacional opera al revés. Porque casi todos ellos antes de ir a una elección abierta, exigen el pase de rigor a la diputación local plurinominal. Creen y evalúan merecerlo nada más porque son designados en ese espacio, aunque su desempeño sea meramente ornamental. El punto es que, si no se han medido en una elección y cuando lo hacen fracasan perdiendo espacios en lugar de ganarlos, es evidente que tampoco lo harán como eventuales legisladores locales. De ahí la inercia y los pobres resultados que privan al interior de las diferentes legislaturas locales. Hay que ir a los hechos concretos.
DIRIGENTES LIMITADOS PERO VORACES. – Llegar como dirigente estatal de un partido aquí, significa asegurar el primero o segundo lugar en la lista de diputados locales plurinominales. Es una costumbre política nociva, pero detrás de la cual se vislumbran intereses de poder. Se lee así: 1.- El dirigente estatal del Morena, Jacinto González Varona, llegó en 2021 como diputado local plurinominal. Y en septiembre de 2022 fue ungido como dirigente estatal de ese partido sin presentar competencia interna alguna. Por esa razón fue considerado “candidato de unidad”. Desde luego, no renunció a la curul. Y ese es otro vicio de los políticos guerrerenses descontinuados: evaluar que ciertos personajes adquieren la dimensión de prohombres y pueden desempeñar sin contratiempo alguno, dos y hasta tres tareas a la vez dentro de la función pública. Jacinto fue uno de ellos. Tiene un “padrino” político fuerte: el senador Toro. Por eso se entiende que hoy repita como diputado local plurinominal del Morena en el primer lugar de la lista. Lo curioso es que como dirigente no ha sido medido en ninguna elección. La de 2024 será la primera para él. Su bautizo electoral. Se estima que, por toda la inconformidad interna en su contra, no alcance los objetivos planteados. Ni el Plan C trazado por la candidata presidencial Claudia Sheinbaum. Sin embargo, será diputado plurinominal por segunda vez. Pero hay otro dato perturbador: su periodo como dirigente estatal concluye dentro de un año. ¿Será ratificado en la dirigencia del Morena para otro periodo a capricho de su poderoso tutor político, quien tiene la mira puesta en la elección de gobernador de 2027? 
2.- El dirigente estatal del PRI, Alejandro Bravo Abarca, llegó a ese cargo por recomendación directa del exgobernador priista y hoy emecista, Héctor Astudillo. Lo puso ahí para cerrarle el paso al excandidato a gobernador y hoy aspirante a senador por el MC, Mario Moreno Arcos, quien también la quería. Paradójicamente, Héctor y Mario son aliados políticos en la actual coyuntura. Bravo Abarca va también en el primer lugar de la lista de diputados locales plurinominales sin haber aprobado ninguna elección como dirigente. Y representa el caballo de Troya de Astudillo para Manuel Añorve. Al menos, en la grotesca apariencia. 3.- El dirigente estatal del PT, Victoriano Wences Real, reservó el espacio en el primer lugar de la lista plurinominal para su esposa, Leticia Mosso Hernández, quien también repite en la curul, mientras que el propio Victoriano se anotó para la reelección en la diputación federal por el distrito 5 de Tlapa. El dirigente estatal del MC, Julián López Galeana acaparó el primer lugar de la lista plurinominal de diputados locales. Tampoco ha enfrentado elección alguna. Repitió esa misma escena el dirigente estatal del PVEM, Alejandro Carabias Icaza, mientras que el del PAN, Eloy Salmerón Díaz puso a su esposa María Elena Montiel Servín. Todos los partidos bonsái restantes caminan por ese mismo sendero. El caso es que los dirigentes estatales partidistas sienten ganado ese derecho, pero sin mostrar resultados como tales. Y por eso las distintas legislaturas locales tampoco proyectan rendimientos. Cunde eso sí, la parálisis, la improvisación y la mediocridad. Para desgracia de este sufrido pueblo.
HOJEADAS DE PÁGINAS…Y si de “padrinazgos” políticos fuertes y generosos se trata, el Morena como el PRI, PAN o PRD no canta nada mal las rancheras. Resalta el caso de Araceli Ocampo Manzanares, quien asume ya como diputada federal por dos ocasiones. Y en la próxima elección del 2 de junio, va por su tercera reelección por esa curul en el distrito 6 de Chilapa, donde nadie la conoce. Lo anterior debido a la modificación de los distritos federales ordenado por el INE, de tal suerte que el distrito dos se convirtió en el seis. Previendo una eventual derrota electoral, la igualteca amarró el cuarto lugar en la lista de diputados locales plurinominales. Es decir, ese “padrinazgo” morenista la quiere con poder para la elección de gobernador de 2027. Porque no a cualquier militante del partido guinda se le conceden tres reelecciones al hilo. Y le aseguran, además, su pase como legisladora local plurinominal. Como si ya no hubiera más militantes en el partido presidencial. Qué tal.
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