Zona Cero
Gloria Citlali: entre el asedio
y el reconocimiento
Roberto Santos
Es absurdo que sigamos escuchando a los integrantes de Movimiento Ciudadano, que pretenden imponer sus condiciones en el partido Morena y decidir quién va y quién no en la lista para las diputaciones plurinominales.
Semejante absurdo solo se le pudo haber ocurrido al candidato frustrado, quien al no ser tomado en cuenta por Julián López para algún puesto de representación, aunque sea de comisario de perdis o presidente de su colonia, lleno de rencor ha enfilado su rabia y frustración en contra de una mujer.
Se trata de Alberto Serna Mogollón, quien insiste en presionar al IEPC para tumbar la candidatura de Gloria Citlali Caixto, con la también absurda idea de adjudicarse el papel de certificador de quien puede o no ingresar a la comunidad LGBT+.
Bien que se puede hacer el llamado al dirigente de Movimiento Ciudadano, Julián López, para que les explique a estos inocentes muchachos que si no pudieron imponer sus condiciones en su partido, menos lo van a poder hacer en otro.
Nomás de pensarlo ya es de locura.
Lo que es cierto es que estos personajes hasta se parecen a “la suegra del Costeño”, por eso de que se meten donde no los llaman o en casos que no les importa.
Está claro que la locura los hace ser más atrevidos al insistir en violentar los derechos políticos de Gloria Citlali Calixto.
Pero lo que es más deleznable es que sean miembros de la comunidad LGBT+ los hostigadores, que se suponen practican la empatía y la solidaridad entre pares.
Contrario a ello, son reproductores de la violencia patriarcal.
Porque finalmente son hombres cargados de testosterona, hostigando, asediando, violentando una mujer.
Intentando frenar el desarrollo político de una joven que se ha declarado bisexual y que profesionalmente es talentosa al ocupar la presidencia de la Jucopo del Congreso local, a quien la revista Líderes la ha declarado como una de las mujeres más influyentes en política.
Es entendible que en algunos actores políticos les brote el síndrome del Cangrejo, quienes al no poder ser candidatos, tratarán de mantener en la misma cubeta a quien ya va escalando.
Tiene razón Igor Petit, al hacer la diferencia entre quienes son defensores de los derechos humanos y de la comunidad LGBT, y quienes son activistas partidistas.
Mogollón es un activista partidista.
Valga la reflexión. Quien obtiene una candidatura son los verdaderos líderes, los que se han ganado con su solidaridad y apoyo, la confianza de la gente.
Mogollón bien podría hacer una reflexión acerca de por qué no tiene su candidatura.
Quizá eso le ayude al hacer consciencia de su situación política.
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