CAMINOS DEL SUR0714
Amenaza celestial
Manuel Nava
Desde hace algunos meses, el gobierno federal y de alunas entidades iniciaron el uso de drones para la vigilancia y la acción en situaciones de riesgo. En contraparte, as bandas delincuenciales también están estos instrumentos tecnológicos para enfrentar a sus oponentes y agredir a la población en algunas comunidades.
Los drones contribuyen a la toma de mejores decisiones en el plano táctico y operativo además de que constituyen un gran aliado en operaciones especiales antiterroristas, contra el tráfico de drogas, secuestros, entre otros hechos de riesgo para la seguridad pública y nacional.
También es de gran ayuda el uso de drones para estos casos, especialmente si el dron dispone de una cámara térmica para detectar fuentes de calor y/o con cámaras con mucho zoom y linterna para obtener una información detallada de la zona de rastreo, así como altavoz y micrófono para comunicarse con las víctimas.
La otra cara de la moneda es que Los carteles de droga emplean drones para espiar a las fuerzas del orden y las comunidades rivales. Utilizan estos dispositivos para monitorear rutas de contrabando y detectar posibles operativos policiales.
En el caso de la Región Pacífico Sur, al menos desde el 2021, se tienen reprtes de que los carteles han usado drones armados para lanzar explosivos contra comunidades rivales o para intimidar a la población.
En el caso de Chiapas, En medio de este combate entre criminales y Fuerzas Armadas se difundió un video tomado desde las alturas -presuntamente desde un dron, en el que se observa un campamento militar que habría sido espiado por una organización criminal.
En las imágenes supuestamente filmadas el 31 de marzo de este año, en el municipio de Cintalapa de Figueroa, ubicado al oeste de Tuxtla Gutiérrez, se aprecian varias camionetas y personal de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) realizando varias acciones.
En Guerrero en julio de este año se comenzaron a utilizar los drones para tareas de vigilancia, particularmente en Acapulco, pero desde enero de estos año, la Familia Michoacana», una facción del crimen organizado, atacó a sus rivales Los Taclos con un amplio arsenal. Rifles de asalto, granadas y vehículos aéreos no tripulados cargados con explosivos. Durante el primer semestre del año, La Familia Michoacana», una facción histórica del crimen, atacó a sus rivales Los Taclos con un amplio arsenal que incluye rifles de asalto, granadas y vehículos aéreos no tripulados cargados con explosivos.
Con el apoyo de drones, el Gobierno de Michoacán estableció un operativo con 86 elementos de la Guardia Civil, para prevenir la extracción ilegal de agua del Lago de Pátzcuaro, como parte de las acciones de mitigación de la sequía que afecta a la entidad.
Al menos hasta el primer semestre del año, donde más agresiones con drones y explosivos improvisados que se han dado contra elementos de las fuerzas federales que combaten al crimen organizado, es en Michoacán.
Una de las guerras más sangrientas entre grupos criminales mexicanos se pelea en los límites entre Michoacán y Jalisco, un territorio en disputa entre el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), Cárteles Unidos y La Familia Michoacana; es también una pelea que en los últimos años comenzó a librarse desde el aire, gracias al uso de drones chinos artillados para atacar a comunidades enteras.
El precio de los drones DJI va desde los 3 mil hasta los 130 mil pesos, dependiendo de la resolución de sus cámaras, si graban en 2.7 o 4K, de su capacidad de alcance y del tiempo que duren sus baterías. Los “droneros” suelen adaptar explosivos tipo C4 y soltados desde las alturas con un conector adherido al dron; empero, no sólo se han utilizado para acciones de halconeo y combate, el narco también los utiliza para transportar o enviar drogas.
En Oaxaca no se dispone de datos claro, pero trasciende que en la frontera de con Chiapas hay una situación crispante por el control de los flujos de inmigrantes, el tráfico de personas y de órganos. En algunos ataques se han usado drones.
En 2020 se registraron cinco ataques de este tipo. En tan solo el primer semestre de 2023, la cifra aumentó a 260; los dispositivos contienen pólvora, detonante C4 y pesticidas altamente tóxicos.
El uso de drones en la seguridad es un campo en rápida evolución que requiere una constante actualización de tecnologías y tácticas para mantenerse un paso adelante de los grupos criminales. La integración efectiva de estos sistemas puede proporcionar ventajas significativas en la lucha contra el crimen organizado y la protección de comunidades vulnerables.
La tecnología es un sirviente, pero como jefe, es sumamente peligroso, diría la abuela.
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