LECTURA POLÍTICA
Las secuelas políticas de John
Noé Mondragón Norato
Una doble desgracia sacude a Guerrero: aquella originada por el huracán John cuando no acaba de cumplirse un año de los cuantiosos daños materiales y la pérdida de vidas dejadas por otro fenómeno natural similar bautizado como Otis. Y la escasa respuesta del gobierno federal y municipal derivada justamente, del relevo −y el revuelo político− en la presidencia del país y en las alcaldías. Hay lecturas que deben leerse justo en ese contexto.
JOHN Y LA TRAGEDIA REEDITADA. – La llegada del huracán John a territorio guerrerense se está midiendo de diversas formas. Estas son algunas:
1.- La presidenta Claudia Sheinbaum está obligada a generar respuestas rápidas sobre el fenómeno meteorológico John que, de acuerdo con algunas evaluaciones, pegó con mucha más fuerza destructiva que el Otis. Si se mira bien, la capacidad de respuestas del anterior gobierno encabezado por AMLO fue lenta en el caso de Otis. Aunque después fluyeron generosos los apoyos para los afectados. Quizá porque la cercanía del año electoral activó esos resortes de ayuda. Pero el problema de la presidenta que este martes tomará legalmente las riendas del país abanica en cuando menos dos vertientes: el año electoral se acabó para transfigurarse en gobierno. Y no sabe en qué estado le fueron heredadas las finanzas de la nación y qué cantidades de recursos podría destinar para los damnificados de John en las costas y en prácticamente las ocho regiones de la entidad que padecieron su impacto. La presidenta no puede esperar a recibir un diagnóstico de los daños, pues esos ya los registra la gobernadora Evelyn Salgado, a quien se le ha visto muy activa en el terreno de ubicar algunos puntos rojos provocados por dicho fenómeno natural. Lejos de festejar la euforia de haber llegado como presidenta, a Claudia Sheinbaum la ensombreció, justo en el inicio de su mandato, la siniestra figura de John. Como si el nombre anglosajón del huracán y ligado de algún modo a los Estados Unidos −país vecino con el que AMLO terminó sosteniendo un trato ríspido−, se convirtiera premonitoriamente, en un anticipo de lo que eventualmente, le esperaría al país. Por eso mismo, no sólo está obligada a conjurar esa amenaza, sino a demostrar la madera de la que está hecha para apoyar en la tragedia y de manera efectiva y rápida, a los miles de guerrerenses afectados. 2.- La alcaldesa de Acapulco, la morenista Abelina López Rodríguez, no termina de celebrar su segundo periodo en la alcaldía. Cree erróneamente que ganó la elección por sus “eficaces” acciones operativas durante su primer periodo como gobierno municipal. La realidad es que sin el apoyo decidido del presidente AMLO y de la marca Morena, no lo habría logrado. Porque son más sus pasivos que sus activos. Y la realidad es terca: durante el paso de John no ha estado a la altura ni en la misma frecuencia de resolver y movilizarse, que la mandataria estatal. No sólo enfrenta el escenario inacabado de una terrible y violenta inseguridad que la constriñe, sino que a eso se suma la misma inmovilidad proyectada durante Otis, pero ahora con John. La zona Diamante sigue inundada y los vecinos de los condominios aledaños han comenzado a organizarse para despejar ellos mismos y con trascabos pagados de su bolsillo, los escombros para así abrir paso a las corrientes de ríos y canales desbordados. Por ningún lado se observa el apoyo municipal. Y la tragedia crece ante la amenaza de otro fenómeno natural previsto para este miércoles. 3.- En Chilpancingo, el alcalde entrante de la alianza PRI-PRD-PAN, Alejandro Arcos Catalán, anunció con bombo y platillo durante su toma de protesta, la creación del Instituto Municipal de Planeación y un Sistema de Gestión de Calidad. Pero es pura verborrea. Porque de haberlo contemplado así, lo hubiese puesto en marcha de inmediato ante los efectos del huracán John. Sobre todo, en los socavones generados por la fuerte e incontenible corriente del río Huacapa, los puentes rotos y las familias damnificadas. Pero como buen burócrata de la política promete en el discurso, pero renuncia a operar en los hechos. Esa planificación ya debería estarla aplicando, no quedándose en el simple y ramplón anuncio. La disposición a cambiar las cosas no le daba tiempo de actuar hasta que tomara protesta como edil, sino antes. El huracán John le dio la coyuntura para mostrarlo. Pero decidió tirar a la basura esa oportunidad. Alejandro Arcos comenzó su administración municipal con el pie izquierdo. Y sus hechos nada más lo confirman.
HOJEADAS DE PÁGINAS…El sábado pasado se cumplió el aniversario 30 de la muerte violenta del exgobernador priista José Francisco Ruiz Massieu. Las investigaciones sobre su crimen nunca lo ligaron con el del extinto Luis Donaldo Colosio, asesinado en medio de una trama inoculada fuertemente por la disputa podrida del poder. Pero es claro que así fue. Ni el presidente AMLO se preocupó por escarbar en esos lodos pestilentes del pasado. A pesar de satanizar en el discurso al expresidente tricolor Carlos Salinas de Gortari, percibido como uno de los actores que actuó tras bambalinas en ambos crímenes. Y esta vez, ni los propios priistas guerrerenses acudieron a rendirle homenaje luctuoso a Ruiz Massieu. El huracán John terminó por sepultar no sólo a ese emblemático personaje, sino al ideario político que los tricolores nunca quisieron entender, pero que siguen repitiendo cínicamente como fugaz cantaleta: “o cambiamos, o nos cambian”. Y los cambiaron.
Denuncia en desdeabajo Noticias!
¿Conoces o tienes fotos y videos de algún acto de posible negligencia, corrupción y abuso de autoridad? Mándalo al WhatsApp: de desdeabajoNoticias: 7443262471. ¡Compártelo! Nosotros le damos seguimiento
Síguenos también en Twitter: @Yae31099C en Facebook: DesdeabajoAca:https://www.facebook.com/profile.php?id=1000636239783