LECTURA POLÍTICA
Alcalde maniatado
Noé Mondragón Norato
Inicialmente había dicho que no aceptaría el cargo. Pero luego cambió de opinión. Fresco estaba el horrendo crimen del edil Alejandro Arcos. El miedo y la incertidumbre se respiraban por todos lados. Pero el vaivén de las inciertas aguas políticas motivó a Gustavo Alarcón Herrera, a decir que sí. Algunos calificaron su repentina aceptación a dirigir la alcaldía como un acto de valentía. Pero la realidad es que Gustavo no era dueño de sus decisiones. Gente de más arriba lo había respaldado. Y la capital quedó de rebote, en poder del grupo político del exgobernador priista Rubén Figueroa Alcocer. Es cuestión de atar los cabos.
SACARSE LA RIFA DEL TIGRE. – Desde la óptica del manejo y control del poder, el alcalde suplente de Chilpancingo arribó como tal en medio de una crisis de violencia e inseguridad que amenaza con no tener reposo. Porque si bien se sacó la rifa sin comprar boleto, el tigre que ganó en ese sorteo podría causarle destrozos insospechados. Basta con ubicar contextos:
1.- El padre de Gustavo fue el extinto exalcalde de la capital (2002-2005) Saúl Alarcón Abarca, de origen priista y de clara pertenencia política al grupo del exgobernador Rubén Figueroa. En una maniobra que pudo leerse como estratégica, Gustavo se afilió al PAN tras intentar en al menos tres ocasiones, convertirse en candidato del PRI a la alcaldía de la capital. Trasciende que en la negociación política −con la asesoría de notables priistas del grupo Figueroa− le tomó la medida al PRD, que era el partido que encabezaba la alianza con su extinto candidato Alejandro Arcos. Se coló como alcalde suplente. Es aquí donde aparece el prurito: si el PRI era en que seguía en derechos electorales para encaramarse en la suplencia de la alcaldía de Chilpancingo, ¿por qué razón la cedió al PAN que es un partido político con una base electoral meramente testimonial en Guerrero? Era obvio que existieron acuerdos políticos soterrados e inconfesables. 2.- Una de las primeras medidas de seguridad a favor de Gustavo Alarcón, fue blindarlo ostentosamente con elementos de la Guardia Nacional y la Policía Estatal. Pero el punto es que, hasta el momento, proyecta una idea vaga de la gobernanza. Un instinto poco afinado en materia de solidez y control político. La inercia como materia prima de visibles y tempranos yerros. Eso sí: evaluó de manera rápida y desconcertante que se necesitaban 200 millones de pesos para la reconstrucción del río Huacapa, devastado por el paso del huracán John. Como si el gobierno estatal le permitiera a él de manera directa, el manejo de ese cuantioso recurso. Pero, si se mira bien, el alcalde suplente aparece maniatado por todos lados. Sobre todo, por las huestes políticas del PRD que alegan el respeto de los espacios en la comuna municipal, sustentando dicha petición en que ellos hicieron la campaña por la alcaldía mientras Gustavo dormía en sus laureles. Y les asiste la razón. De ahí que el control real del municipio se advierta para el alcalde suplente, reducido en demasía. 3.- Aunque aceptó la alcaldía como suplente en una coyuntura trágica, en realidad Gustavo Alarcón no representa un activo político importante para la alianza PRI-PRD-PAN. Y está neutralizado como opción electoral futura. Una, porque no ha tenido experiencia en cargos públicos y es altamente factible que se desgaste muy rápido en su desempeño. Y dos, porque el grupo político del exgobernador Rubén Figueroa se encuentra disminuido y sin capacidad real de mostrarse como un adversario competente para el Morena y la 4T. En realidad, Gustavo está ahí para cumplir su sueño eterno de ser alcalde de la capital y no porque busque convertirse en opción política rentable en la prospectiva del poder local. Porque además de ser un municipio complicado en la gobernanza, al menos los últimos cinco alcaldes de Chilpancingo se han encontrado con la animadversión de los votantes. Salieron bastante raspados de su gestión. Y en once días que acumula como alcalde no ha logrado sentarse ni afianzarse en la silla edilicia. Está concentrado en atender a los damnificados y a los daños causados por John en el río Huacapa. Pero renuncia a hilvanar lo que ya debería proyectar como los incipientes trazos de su plan de gobierno municipal. Lo peor es que los miembros del cabildo también lo están dejando solo. Proyecta la sombra de un edil sin capacidad de maniobra ni decisión. Y así, la gobernanza también colapsa. Más temprano que tarde.
HOJEADAS DE PÁGINAS…En todo un predicamento metió a los municipios la Secretaría de Finanzas del gobierno estatal, al anunciar que carece de la capacidad financiera para apoyarlos con créditos en lo referente al pago de salarios y aguinaldos de fin de año. Y la medida incluye a la Universidad Autónoma de Guerrero, cuyo rector Javier Saldaña está acostumbrado a extender la mano para completar el pago de aguinaldos, pero se niega sistemáticamente a democratizar la vida interna de dicha Universidad. Y la prueba más contundente es que una sola planilla se registró para dirigir al sumiso, reptante y obediente sindicato académico (STAUAG). Municipios y UAGro tendrán ahora que adquirir deuda con los bancos. Se acabó el feliz periodo de las “vacas gordas”.
Denuncia en desdeabajo Noticias!
¿Conoces o tienes fotos y videos de algún acto de posible negligencia, corrupción y abuso de autoridad? Mándalo al WhatsApp: de desdeabajoNoticias: 7443262471. ¡Compártelo! Nosotros le damos seguimiento
Síguenos también en Twitter: @Yae31099C en Facebook: DesdeabajoAca:https://www.facebook.com/profile.php?id=1000636239783