LECTURA POLÍTICA
Congreso local: ausencia de liderazgo
Noé Mondragón Norato
En el PRI ya lo notaron. Por eso le quieren “tomar la medida”. Y no es casual: el actual presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) del Congreso local, el morenista Jesús Urióstegui García, proyecta cuando menos tres visibles déficits: pánico escénico, discurso político pobre y ausencia de liderazgo. De lo anterior se explican dos cosas ocurridas recientemente: que en su estreno como titular de la Jucopo apareciera ante los medios de comunicación acompañado del diputado priista Jesús Parra García −cuando debió hacerlo en soledad para proyectar fuerza política, en su calidad de representante de la mayoría legislativa guinda−. Y que hasta el momento −a un mes y 23 días de haberse instalado la actual 64 legislatura− no se designen a los encargados de las distintas Comisiones. Justamente, por la falta de carácter y arrojo político de Urióstegui. Y por su propensión morbosa a dilatar y no enfrentar con éxito, la negociación política. Los hechos así lo refrendan.
DOCTRINA LEGISLATIVA PRIISTA. – Desde la elección de 2018, los diferentes titulares de la Jucopo en el Congreso local pertenecientes al Morena lo han admitido abierta y otras veces soterradamente: para conducirla tuvieron que apelar a la “asesoría” de quienes hasta ese momento ya tenían cierto conocimiento de cómo se movían los hilos legislativos. Es decir, priistas y perredistas. Y por esa razón, lo que se ha percibido desde entonces es la comodidad e inercias de los continuismos tricolores. Se lee así: 1.- Si hay algo que va definiendo el estilo político de operar la trama legislativa en el Congreso local por parte de Jesús Urióstegui, es la parálisis. El único acto que acaparó la atención de medios de comunicación y redes sociales fue la toma de protesta de Gustavo Alarcón Herrera como presidente suplente del extinto Alejandro Arcos Catalán. De ahí en fuera no ha ocurrido nada. Ni siquiera la formalización de los nombramientos en algunas direcciones.
Menos la integración de las Comisiones. Y para justificarlo, el titular de la Jucopo declaró erróneamente que “el Congreso puede funcionar sin la integración de las Comisiones”. Si así fuera, entonces el diputado morenista estaría obligado a cambiar toda la normatividad que rige a ese poder. Es decir, la Ley Orgánica del Poder Legislativo. Urióstegui García ignora que todo el trabajo del Congreso del Estado descansa en la división de tareas a través justamente, de lo que a cada Comisión le compete estudiar, analizar, resolver y proponer para su discusión y eventual aprobación ante el pleno. La realidad es que Jesús no puede con las presiones políticas de las fracciones opositoras que lo tienen literalmente cercado en lo referente a la asignación partidista de dichas Comisiones. Sobre todo, la fracción del PRI. 2.- El Congreso local se alejó de la tragedia provocada por el huracán John. Los diputados de las distintas fracciones partidistas “se dieron vuelo” fijando posturas en tribuna que solo sirvieron para alentar la frivolidad en los reflectores mediáticos. Y así, urgieron la intervención decidida de la presidenta Claudia Sheinbaum. También de la gobernadora Evelyn Salgado. Pero olvidaron deliberadamente que, muchos de ellos tienen su base electoral en distritos locales de Acapulco, Costa Chica y la Costa Grande. Pero también en otras regiones donde el huracán pegó sin piedad. Sin embargo, apelando a su condición acomodaticia, no se comprometieron a nada. Sólo a ser “gestores” de palabra, pero no de hechos. Jesús Urióstegui ya era titular de la Jucopo. Y no pudo hacer uso de su mayoría legislativa para empujar otro tipo de acuerdos y apoyos para los damnificados. 3.- Ante las constantes rachas agudas de violencia en Acapulco, Chilpancingo y la Costa Chica, el Congreso local no ha podido llamar a comparecer al titular de la Fiscalía estatal, Jesús Zipacná Torres Ojeda. El presidente de la Jucopo “analiza” la conveniencia o no, de llamarlo. Consensa con las demás fracciones legislativas partidistas. Como si el Morena no pudiera hacer uso de su mayoría para convocarlo. En aras de venderse como “plural y demócrata”, Jesús Urióstegui logra ofertarse exactamente al revés: como un diputado negado a tomar decisiones rápidas y efectivas. Y evidentemente, con marcada ausencia de liderazgo. Así y bajo la actual conducción morenista de la Jucopo, el Congreso local parece condenado a repetir las mismas historias del pasado abrevadas de sus adláteres priistas: las indolencias, las complicidades y las simulaciones.
HOJEADAS DE PÁGINAS…Un golpeador callejero identificado presuntamente como Renato Amaya −para variar, asesor de la diputada local del Morena, Araceli Ocampo Manzanares− fue captado golpeando al conductor de una camioneta Toyota gris en el cruce de Ignacio Ramírez y Antonia Nava de Catalán, a un costado de la UPN, en pleno centro de Chilpancingo. La trifulca inició al parecer, por un problema de tránsito acompañado de fuertes dosis de intolerancia, incivilidad y prepotencia. Un video que circuló profusamente en redes sociales muestra el momento exacto de la agresión. Lejos de inhibir el fenómeno violento que crece ante el espanto ciudadano, la diputada Manzanares contrata personal que la fomenta. A ver qué sanciones y medidas correctivas decreta la dirigencia estatal del Morena y su polémico dirigente Jacinto González Varona.
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