LECTURA POLÍTICA
PRD y su alianza con Morena
Noé Mondragón Norato
Más que concretar una alianza con el Morena para el futuro, lo que el PRD busca es sobrevivencia tras su registro como partido local y la consecuente pérdida del registro nacional. El punto es que los actores perredistas no cambian en un escenario donde las cúpulas morenistas buscan desprenderse del pasado. Y entonces los roles y las inercias tienden de manera natural, a la prolongación de lo mismo. Hay pistas muy concretas al respecto.
REEDITAR CANIBALISMOS. – Hay un momento en el cual las tribus del PRD se volvieron encarnizadamente canibalescas y es justo cuando arribó como primer gobernador perredista el empresario Zeferino Torreblanca Galindo en el 2005. Se incubaron cuatro tribus que literalmente, pusieron de rodillas en el reparto de candidaturas, al exgobernador perredista. Se les conoció como “Los Cuatro Fantásticos”. Los lideraban David Jiménez Rumbo −hoy notable porrista de la alcaldesa de Acapulco, Abelina López y caído en desgracia política−; el emecista y también excluido de ese partido Sebastián de la Rosa Peláez; otro de ellos fue el desgastado y ya sin plusvalía política alguna, Víctor Aguirre Alcaide; y finalmente el ex edil de Acapulco, Evodio Velázquez Aguirre. De los cuatro sólo Evodio permanece en el PRD. A esa tribu se sumaron dos más que pelean permanencia en la rueda del poder político local: Alternativa Democrática Guerrerense (ADG) liderada por Carlos Reyes Torres y Celestino Cesáreo Guzmán. Y la del exdiputado local Bernardo Ortega. De ahí se abre lo demás:
1.- En el Morena parece no haber intención de formar una alianza con un partido que literalmente, ya no representa nada. Sobre todo, a raíz del crimen contra el finado alcalde de Chilpancingo, Alejandro Arcos. Era de hecho, el punto más atractivo en términos de captación de votos para la elección de gobernador de 2027. Al alejarse de la tribu los chuchos de Nueva Izquierda −responsables en gran medida de la debacle perredista−, los militantes del sol azteca en Guerrero evalúan que podrían reivindicarse y reencontrarse con la izquierda tras su pasada alianza electoral con el PRI y el PAN. Porque saben también que ninguno de estos partidos proyecta un perfil ganador para la próxima elección de gobernador. Y por eso ya no quieren aliarse con ellos. A lo anterior se suma la salida definitiva de ese partido del exgobernador Ángel Aguirre que los hizo aparecer aun más desamparados. Por eso se entiende que ahora sí, el PRD quiere aliarse con el Morena. Pero ya jugó su suerte. 2.- Pese a que, de entrada, rechazó una alianza con el PRD, el dirigente estatal del Morena, Jacinto González Varona no la descartó del todo para el futuro, “si ese partido realmente se reivindica al lado de la izquierda”. Y se entiende: como Jacinto ya se “destapó” como aspirante a gobernador por el Morena, necesitará de alianzas con Dios y con el Diablo para concretar eventualmente, su proyecto de poder. Hay un escenario que podría favorecerlo. Y este descansa en el hecho de que AMLO ya fraguó su venganza política con la tribu los chuchos. Hasta que perdieron el registro nacional como partido político. Pero AMLO ya no es presidente. Y Claudia Sheinbaum podría tender otros puentes de entendimiento con algunos residuos de ese partido que ya no estén ligados a Jesús Ortega y Jesús Zambrano, los destructores del PRD. 3.- La mayoría de la militancia del Morena tiene su origen en el PRD. Incluida la propia presidenta del país. Es un cable que conecta muy fácilmente con el PRI. Por eso los entendimientos políticos en las cámaras de senadores y en el Congreso de la Unión, cuajan más rápido con los tricolores. Y también hay priistas que abiertamente devinieron en morenistas. La propia alcaldesa de Acapulco, Abelina López inició políticamente en la administración del perredista Zeferino Torreblanca. Y el senador Félix Salgado fue miembro fundador del PRD en 1989. Pero desde la perspectiva de la utilidad y de las plusvalías políticas y electorales, la militancia del sol azteca roza el epílogo de su existencia como opción de izquierda en Guerrero. Las propias tribus locales se encargaron de devorar a ese partido. Se atascaron cuando había lodo. Quedaron muy mal acostumbradas. Nadie garantiza que reediten dicho escenario, pero ahora en el Morena. Porque entre gitanos no pueden leerse las manos. Pero, sobre todo, porque el poder es adictivo. Más fuerte que cualquier droga. Y los perredistas no quieren salir de ese estado catatónico.
HOJEADAS DE PÁGINAS…Al paso que va, el rector de la UAGro, Javier Saldaña Almazán, terminará no sólo auto entregándose a granel doctorados “Honoris Causa” a través de “universidades e institutos patito”, sino que también lo hará con todos sus colaboradores. Dependiendo desde luego, de qué tanta pleitesía le rindan. Lo acaba de entregar a su tesorera Leticia Jiménez Zamora, no porque la funcionaria acumule méritos para recibirlo −pues dicha distinción se entrega “por razón o causa de honor” de acuerdo con la locución latina y sin que medie necesariamente, algún título académico−, sino porque ya la placea como su eventual relevo para la rectoría en la elección interna de 2027. La ironía de toda esta parafernalia es que ni el rector ni su tesorera han salvado aun la prueba de la honestidad comprobada. Falta que hablen las auditorías. Por lo pronto, ellos ya se auto premiaron. Y el espectáculo se volvió risible y grotesco.
Denuncia en desdeabajo Noticias!
¿Conoces o tienes fotos y videos de algún acto de posible negligencia, corrupción y abuso de autoridad? Mándalo al WhatsApp: de desdeabajoNoticias: 7443262471. ¡Compártelo! Nosotros le damos seguimiento
Síguenos también en Twitter: @Yae31099C en Facebook: DesdeabajoAca:https://www.facebook.com/profile.php?id=1000636239783