Desconocen un regidor y un funcionario estatal si existe un proyecto para rehabilitar el Malecón: A dos meses de John sigue la destrucción en Puerto Marqués y en Revolcadero
desdeabajo Staff
26/11/2024
Acapulco, Gro.
A un año del embate del huracán “Otis” y tras el paso de “John”, y un mes del inicio de la temporada vacacional de invierno, el puerto sigue herido de muerte: aún hay grandes edificios en los huesos y pocos trabajadores para la reconstrucción. Un malecón destruido, un Paseo del Pescador atascado por deshechos electrodomésticos y playa Manzanillo, invadida por embarcaciones en reparación.
Aunado a espacios como Revolcadero, La Bonfil, que siguen sin playa, Pie de la Cuesta y Puerto Marqués, zonas turísticas del puerto que son alternativas a la costera dividida en tradicional, dorada y diamante, en estas zonas se registran olas de varios metros de altura que se han tragaron casi toda la playa. Aún el mar está al pie de la franja de establecimientos.
Endeudados y sin trabajo, prestadores de servicios en Acapulco tienen pocas posibilidades de recuperarse en temporada baja. En la población persiste la incertidumbre porque aún ven lejana una recuperación total en algunas zonas del puerto, en las que es visible el deterioro urbano y ambiental, viven entre la devastación y la esperanza.
En cuanto a la recuperación hotelera, hasta ahora han sido habilitadas 12 mil habitaciones de 19 mil 600 que había antes del impacto de Otis y se espera que en diciembre haya disponibles mil más, panorama que es optimista para los empresarios; sin embargo, muchos trabajadores de este sector se quedaron sin fuentes de empleo.
Otis devastó gran parte de la infraestructura de Acapulco en unas cuantas horas, con daños estimados entre US$ 15.000 y US$ 16.000 millones, de acuerdo con estimaciones de cámaras empresariales compartidas con desdeabajo Noticias.
Estos montos, que equivalen a entre 262.500 y 280.000 millones de pesos mexicanos, incluyen las afectaciones los daños que dejó Otis en el 80% de las unidades económicas del sector turístico, comercial y de servicios, en hogares e infraestructura eléctrica, vial y de telecomunicaciones, según el Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
Sin embargo, algunos de los grandes hoteles y restaurantes de la costa que sufrieron pérdidas millonarias le dijeron a desdeabajo Noticias en agosto que no habían recibido apoyos económicos.
Uno de estos casos es el del emblemático Hotel Presidente, cuyo director, Roberto Vázquez, dijo que a un año de la tragedia no han podido llegar al 50% de recuperación: “Esperábamos tener por lo menos el 50%. Esa era la ilusión. Tener un elevador, porque con un elevador puedo producir. Tú vienes de vacaciones y no vas a subir seis pisos, esa es nuestra realidad”.
Algunos prestadores de servicios del área de entretenimiento también le dijeron a desdeabajo Noticias no haber recibido apoyo del Gobierno.
“Tristeza, impotencia y rabia de que un destino tan maravilloso, que es la cuna de la hotelería a nivel nacional, lo tengan así abandonado y tirado. Esa es la única verdad”, lamentó Vázquez.
Un malecón destruido, Paseo del Pescador lleno de basura y Playa Manzanillo invadida por embarcaciones deshechas.
Durante un recorrido realizado por una de las principales ventanas de la zona tradicional de Acapulco, persiste la imagen de destrucción el malecón continúa destruido y en el Paseo del Pescador hay muebles, televisores y otros electrodomésticos abandonados.
Los turistas de la clase trabajadora y de la clase media baja que visitan Acapulco tienen una parada obligada en el zócalo de la ciudad, cuyo piso luce sucio y con manchas oscuras. Frente al malecón ha sido retirada la antena que fue colocada por una compañía celular, pero al caminar por el área, lo primero que uno ve es un malecón destruido.
Casi frente al zócalo, hay unos diez metros de la banqueta donde las olas del mar golpean, que está completamente destruida. Esta es una de las principales zonas de embarque de las lanchas fondo de cristal que dan recorridos por la bahía y hacia la Isla de la Roqueta.
La cancha techada de basquetbol muestra aún las consecuencias de las fuertes rachas de viento del huracán Otis. El techo de la cancha no ha sido repuesto y hay algunas láminas de aluminio que cuelgan de las estructuras. A un costado, un extranjero ocupa casi la totalidad de la pequeña plaza, donde tiene extendida ropa de segunda mano a la venta.
En el Paseo del Pescador que desde la mañana y gran parte de la tarde permanece solo, dónde sólo hay pescadores que tienen ancladas algunas embarcaciones, aún se puede ver los rastros de la tragedia con el huracán Otis.
A un costado de las escaleras de acceso hay una oficina, que sigue sin ser limpiada y con los vidrios quebrados; así como los muebles, televisores y hasta un refrigerador, están arrumbados en la zona de esparcimiento del paseo.
Debido a la falta de riego, las palmeras y las plantas de ornato colocadas en el área que está frente al mar lucen casi secas. Mientras, en las jardineras que pegan con el muro de la avenida Costera hay plantas que han sido sustituidas recientemente.
A lo largo del paseo y en algunas esquinas se observó a pequeños cayucos arrumbados. Además de basura, como latas de cerveza y refrescos,
En playa Manzanillo, las embarcaciones que están siendo reparadas ocupan todo el espacio. “ Puede ser que para muchos sea un desecho, pero sí tiene reparación”, dijo Alberto Lara, un abogado de profesión que decidió, desde hace décadas, dedicarse a la reparación de embarcaciones en Acapulco para seguir el legado de su padre.
Lara perdió varias de sus embarcaciones durante el paso de Otis y ahora se encarga de reparar los yates y barcos que el huracán dejó en Plaza Manzanilla, que antes era un astillero.
El ayuntamiento le dio permiso para reparar todas las embarcaciones de esa playa por un plazo de hasta seis meses: “Para muchos es su único patrimonio, su única fuente de ingresos y, lamentablemente, los materiales de fibra de vidrio son muy caros”.
En el parque que está frente a esa playa, hay una zona donde tanto restauranteros como los pescadores arrojan los desechos que generan, lo que ha provocado que el piso y parte del muro esté oscuro, por los líquidos que salen de las bolsas y tambos.
Pese a que la playa ha sido catalogada como un área incluyente, para el disfrute de la familia, toda su extensión continúa ocupada por las embarcaciones que están siendo arregladas. Pese a que se había informado por la Promotora de Playas, a mediados de año, que la playa debería de estar despejada para diciembre, parece que no será así.
Playa Revolcadero sigue sin playa, sin visitantes y los restauranteros siguen sin saber qué plan tiene el gobierno federal para la zona destruida, donde sólo quedan paredes derrumbadas y aguas residuales que desembocan en el mar.
Los visitantes que llegan al principal acceso de la playa Revolcadero bajan de sus autos, miran la destrucción, toman fotografías, se dan la media vuelta y se van a otras playas. No hay forma de pasar hacia la zona de playa, donde el mar sigue con alto oleaje y golpea en lo que alguna vez fue un muro con escaleras.
La presidenta de la Sociedad Cooperativa Mujeres Diamante, y secretaria de la Unión de Restauranteros de Playa Revolcadero, Fernanda Méndez Carmona, con los ojos humedecidos dijo que están desesperados porque sólo ven llegar a los visitantes en los autobuses y automóviles, ver el lugar destruido e irse a otras playas.
La mujer expresó su preocupación porque en los recorridos que han hecho las autoridades federales, sobre todo el subsecretario de Turismo federal, Sebastián Ramírez Mendoza, no se les ha informado de algún plan o proyecto para la reconstrucción de la zona afectada.
“Lo que ellos nos dicen es que esperemos un poco, porque ahorita presupuesto no hay, pero que sí se nos va a apoyar. Nuestra necesidad es el trabajo, nosotros dependemos del turista y la mayoría de los restauranteros tenemos familias que dependen de nosotros”.
La mujer se quejó de que el gobierno les piden que esperen el anuncio del proyecto en enero, del que desconocen de qué se trata, además de que no hay ninguna alternativa de trabajo. En la playa no pueden vender debido a que el mar sigue con oleaje elevado y en Revolcadero no hay una zona de arena libre.
Recordó que hay 18 restaurantes afectados, en cada uno hay hasta seis trabajadores, y en la cooperativa son 15 integrantes con igual número de trabajadores, sin considerar a quienes rentan mobiliario, masajistas, y los vendedores ambulantes, “no hay manera para trabajar”.
Méndez Carmona dijo que todos los días se juntan varios propietarios en lo que quedó de sus restaurantes para cuidarlos, y donde por momentos y de forma repentina se escucha como caen algunas partes de las paredes o muros que han quedado volando y donde las olas del mar golpean día y noche.
En el acceso principal hay algunos locales que no fueron afectados y donde las propietarias acuden a abrirlos y a vender cocadas y artesanías como recuerdos de Acapulco, pero comentaron que hay días que no venden nada.
Se amparan 15 restauranteros de Puerto Marqués para evitar demolición de locales
En Puerto Marqués los propietarios de 15 restaurantes se han amparado para evitar que los inmuebles sean demolidos o confiscados, y los trabajos para cubrir los dos socavones que se formaron con la corriente que salió de la Laguna Negra de Puerto Marqués por las lluvias del huracán John avanzan de forma lenta.
Al entrar al poblado turístico de Puerto Marqués en ambos sentidos de la avenida principal hay tierra amontonada y basura en las banquetas, y en algunas casas hay trabajos de reconstrucción, así como en el mercado municipal que está siendo demolido.
Debido a que continúan los trabajos para cubrir los dos socavones que se formaron en la vía, los automóviles que entran hasta la zona de playa por la avenida Miguel Alemán tienen que regresar por la misma en contrasentido, y no se puede llegar hasta playa Majahua en auto o motocicleta, y se tiene que dar vuelta por otras calles.
Los dos socavones que se ubican entre las calles, 4 y Revolcadero, mantienen cortada la circulación. Los restauranteros y locatarios de diferentes negocios pidieron a las autoridades acelerar los trabajos para rellenar ambos hoyos que abarcan toda la calle y con unos tres metros de profundidad.
Ambos pozos comenzaron a ser rellenados con piedras y tierra, pero aún no se cubren, y este domingo estaba una retroexcavadora sin operar. Mientras se mantienen intactos los restaurantes que fueron afectados por la corriente que salió de la Laguna Negra, algunos siguen ladeados, hundidos y otros colapsados.
En el recorrido el presidente de la Unión de Restauranteros del Bloque 3 de Puerto Marqués, Alberto Palma Hernández, pidió a las autoridades del estado y federal acelerar los trabajos de reparación de los dos socavones ante las vacaciones de invierno, de lo contrario sería imposible un buen flujo de autobuses y automóviles a las zonas de playa.
Dijo que la mayoría de los propietarios de los restaurantes afectados siguen sin saber cuál es el plan y proyecto del gobierno federal para la reconstrucción en la zona y el proyecto integral para evitar que algo similar vuelva a ocurrir.
Por otra parte, los propietarios de 15 restaurantes que están casi por caer interpusieron el juicio de amparo indirecto número 1181/2024 en los juzgados federales de Chilpancingo, para evitar que sean demolidos o confiscados.
En el recorrido hecho, en dos de los restaurantes colocaron una parte del amparo que se tramitó por los propietarios de los inmuebles. Los negocios que tramitaron este amparo son el restaurante Amparito, Charly Brown, El Caracolito, Pez Vela, Blue Water, Rosa de los Mares, Nati, Delfa, La Ola, Xóchitl, La Chinita, La Costeñita, Doña Tommy, V.O. y el restaurante El Pulpo.
A decir de uno de los propietarios que no está dentro de los amparado, sus compañeros tienen temor de que el gobierno les retire las concesiones, una vez que los inmuebles sean demolidos, aunque dijo que la prioridad es que esos inmuebles se destruyan y retiren de la zona de playa, para que nuevamente los restauranteros puedan trabajador durante las vacaciones de diciembre.
Desconocen regidor y funcionario estatal si existe un plan para rehabilitar el Malecón
El director de la Promotora de Playas, Alfredo Lacunza de la Cruz, dijo que desconocía si hay algún proyecto de rehabilitación del Malecón, el cual se encuentra en mal estado.
En tanto el presidente de la Comisión de Desarrollo Urbano y Obras Públicas de Cabildo, el regidor Juan Carlos Manrique, dijo que no tenía información de si hay algún proyecto para mejorar esa zona.
Como se informó en estas páginas se aproxima la temporada vacacional de diciembre y el Malecón se encuentra en malas condiciones.
Lacunza de la Cruz dijo que “sabemos que ha estado interviniendo con recursos Fonatur y Sedatu que hicieron la instalación de luminarias del Paseo del Pescador, la Rotonda de los Hombres Ilustres”.
“Nosotros como Promotora de Playas no tenemos intervención de obras, no sabemos si el municipio o el gobierno federal traiga esa obra”, declaró el funcionario estatal.
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