AMLO y Claudia decidirán el 2027

LECTURA POLÍTICA

AMLO y Claudia decidirán el 2027

Noé Mondragón Norato

La marabunta se volvió estridente. Porque de pronto, hasta los personajes más increíbles, desconcertantes y atípicos se “destaparon” como aspirantes a gobernador para la elección de 2027. Como si quisieran con ello, encarecer por adelantado la negociación de poder. Ser vistos como opción, pero sin posibilidades reales de ganar esa futura elección. Desde luego, la intención es caer parados en el siguiente sexenio. Que la cobija los alcance a cubrir. Y la nómina de gobierno no los excluya. Es cuestión de pulsar los últimos eventos para entenderlo mejor.

CLAUDIA Y AMLO: DECISIÓN FINAL. – Desde donde se le vea, la marca Morena conserva la posibilidad más alta de retener el gobierno estatal. Así lo dictan las estadísticas de la pasada elección de junio. Pero la decisión del candidato o candidata será centralizada y la definirá la presidenta Claudia Sheinbaum. La radiografía es apenas referencial:

1.- La actual presidenta del país lidia internamente con la sombra política del expresidente AMLO que no termina de difuminarse. Y la elección intermedia de 2027 −que renovará gobiernos estatales en 16 entidades− marcará al menos dos cosas: su desprendimiento definitivo del expresidente. O su sometimiento político a él. De darse el primer escenario, los candidatos a gobernador en esas 16 entidades del país pertenecerían al equipo de Claudia y con ello se fortalecería a su vez, para decidir el nombre del candidato presidencial en la elección de 2030. En caso contrario, y si dichos candidatos pertenecen mayoritariamente al grupo de AMLO, sería este último personaje quien se imponga. O apelando al equilibrio de fuerzas se abriría un tercer escenario: que de los 16 candidatos del Morena a gobernador sean mitad para Claudia, mitad para AMLO. Ocho y ocho. La tómbola de los nombres en este carril podría generar sorpresas. Y una enconada lucha interna. 2.- A pesar de que varios personajes en el Morena se están abriendo de capa en su afán de meterse a la pelea por la candidatura al gobierno estatal de Guerrero, la posibilidad real de que logren su objetivo dependerá de la negociación interna entre AMLO y Claudia. Son ellos los que meterán al redil a los desbordados con el fin de no generar fisuras de consideración en ese partido. Los eventuales y frustrados aspirantes morenistas no cuentan con otra opción más que someterse a los designios presidenciales cuando les anuncien que, mediante encuesta, quedaron fuera de la candidatura. O tienen otra opción: como el neo morenista y ex priista diputado federal Ricardo Monreal Ávila −quien emulando a los magos desapareció 150 millones de pesos de las arcas del senado de la república y al parecer, ya le dieron carpetazo al asunto−, operar soterradamente a favor de otro proyecto político. Su insaciable hambre de poder podría instalarlos en esta variable. Pero corren un doble riesgo: quedarse sin nada. Y pasar al ostracismo político. A la fría banca del poder. 3.- En el PRI saben que una eventual inconformidad interna en el Morena que no alcance a ser contenida a tiempo por la presidenta Claudia Sheinbaum abre ampliamente las posibilidades de explotar esas disidencias. Es ahí donde aparece el senador tricolor, Manuel Añorve Baños. De entrada, este personaje debe estar consciente de que sus posibilidades de ganar la elección de 2027 −porque ya se destapó como aspirante tricolor en solitario− son prácticamente nulas. Y su apuesta central parece enfocada en cuando menos tres vertientes: agrupar en su proyecto a todos los inconformes del Morena no favorecidos en la designación del candidato a gobernador; exigir el pago de favores políticos de ciertos actores −como el rector de la UAGro, Javier Saldaña a quien ha beneficiado ampliamente−; y tender alianzas con el MC del exgobernador Héctor Astudillo, sumados a otros partidos como el PAN y los bonsáis. La idea del senador priista ya está cantada: formar un gran frente opositor con el cual intentar meterse a la competencia. Lo que no advierte es que es justamente su figura política la que ya está muy devaluada. Y si la pugna interna amenaza con recrudecerse cada más en el Morena, esto no significa en términos estrictos, que, sustentado en lo anterior, dicho partido perderá la elección de gobernador. La realidad es que no tiene competencia en ese sentido. De ahí se explican las desesperaciones prematuras de todos los ambiciosos.

HOJEADAS DE PÁGINAS…Desconcierta y asombra un hecho controversial: que la dirigencia estatal del PAN no llame a cuentas ni exhorte a nada a su presunto militante, el actual edil capitalino Gustavo Alarcón Herrera. A pesar de que sin decir “agua va”, expulsó recientemente de la dirección de servicios públicos municipales, a otro panista: Florencio Salazar Albarrán. Ante dicha acción, tanto el exdirigente panista Eloy Salmerón Díaz como la actual Rocío Morales Morales, han decidió apelar a los enmudecimientos. Cero reconvenciones o llamadas de atención. Ningún posicionamiento orientado al respeto a la militancia albiazul. Como si Gustavo Alarcón fuera ajeno a ese partido. O como si el edil de Chilpancingo optara deliberadamente, por no tomarlos en cuenta. Y así, ¿se atreverá la dirigencia estatal del PAN a expulsarlo de sus filas? ¿O todo seguirá igual?

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