LECTURA POLÍTICA
Los simbolismos de la gira presidencial
Noé Mondragón Norato
Los simbolismos rigen la política. A través de ellos se mandan señales en clave. Una simple postura o la exclusión de los cuerpos de la toma fotográfica revelan las pistas de cómo se están configurando los entramados de poder. En la cultura política priista se le conocía de otro modo: “el que se mueve no sale en la foto”, decían. Los tiempos cambiaron. Hoy la mecánica consiste precisamente, en salir en ella. Y, sobre todo, moviéndose: sonriendo, abrazando, saludando, palmeando en la espalda al dador de poder. Si el ritual no se cumple se lee entonces como la virtual caída de su gracia política. O al menos, de que no se encuentra en el grupo de los “preferidos”. Y eso es justo lo que acaba de ocurrir durante la visita presidencial de Claudia Sheinbaum al puerto de Acapulco. Los hechos así lo confirman.
DEFINIR LA SUCESIÓN EN GUERRERO. – En los inicios de 2025 muchos actores morenistas se alborotaron anotándose en la lista de prospectos para el gobierno de la entidad en la próxima elección de 2027. Pero la presidenta Sheinbaum vino a enfriarlos. Se lee así: 1.- Uno de los más enfebrecidos de poder es el rector de la UAGro, Javier Saldaña Almazán. Ilusamente, alguien le hizo creer soplándole al oído que podía aspirar a convertirse en candidato del Morena a gobernador. Incluso retó: la UAGro era más leal al Morena y a la gobernadora Evelyn Salgado, que su propia militancia. La visita presidencial calmó su evidente error de cálculo político. Porque vendiendo a manera de reproche −a través de un reportero que cuestionó a la presidenta intentando sorprenderla y que fue exprofeso, en representación de Saldaña− que “el rector de la UAGro fue el que más la apoyó, incluso antes de que fuera precandidata” demandando en su pregunta un presupuesto adicional para dicha institución.

Y en el colmo de la ceguera −o de su propio interés− la etiquetó falsamente como “de izquierda”. Sheinbaum contestó remitiéndose al periodo de Rosalío Wences Reza “en el cual se castigaba a la UAG por elegir democráticamente a sus autoridades”. Fue un manotazo con guante de seda. Porque si hay algo que justamente no existe en la UAGro con Javier Saldaña dirigiéndola, es la democracia. Ese reproche de Saldaña a través de terceros se debió a que Sheinbaum no accedió a tomarse la foto con él. Y como simple mortal, se quedó sentado en el graderío. Una muy mala señal en su desbocado e inútil intento de meterse a la disputa por el gobierno estatal cobijado por el Morena. Fue literalmente, el primer descartado. 2.- Otra de las que fue subida al templete de la presidenta, más que por institucionalidad, por compasión política, fue la alcaldesa de Acapulco, Abelina López Rodríguez, quien también leyó mal las señales. Y creyendo que Claudia Sheinbaum es igual que AMLO, la persiguió hasta su gira de trabajo por la Costa Chica. Ahí burdamente y al igual que Javier Saldaña, se colocó por fuera de las vallas metálicas. El equipo de Claudia no la dejó pasar pues la alcaldesa ya no estaba en su municipio. Tuvo que conformarse y como cualquier ciudadano de a pie, de soportar la humillación de verse rebajada a esa condición. Tragó sapos y tepocatas −dixit Vicente Fox− con tal de ser vista y apapachada de nuevo por la figura presidencial. Y por la propia gobernadora. Pero muy en el fondo, Abelina sabe que no se encuentra en el ánimo presidencial. Por toda la cadena de errores cometidos a su paso por la alcaldía. Pero, sobre todo, porque es una mujer apolítica, que no procesa ni aplica estrategias de gobierno y de poder exitosas. Sembrando con ello más pasivos que activos. En esa misma sintonía se encontró la senadora Beatriz Mojica Morga, quien presume entre sus más allegados su cercanía política con Claudia pero que inexplicablemente y contrario a esa proximidad política, tampoco pudo tomarse la postal con la presidenta. En el fondo, ni AMLO ni Claudia le perdonan que en la elección presidencial de 2018 y a recomendación expresa de la tribu perredista los chuchos de Nueva Izquierda −que provocaron la pérdida del registro del PRD nacional−, apostara todo su resto a favor del excandidato presidencial panista Ricardo Anaya Cortés o “Ricky, riquín, canallín” en palabras de AMLO. El único personaje que pudo tomarse la foto con Claudia fue el senador Toro. Y con ello, mandó una señal de fortaleza a todos los demás aspirantes del Morena a la gubernatura. Aunado a la declaratoria presidencial de que la reforma electoral por nepotismo, la reelección y los plurinominales se aplicará hasta 2030. Los simbolismos dominaron en la gira presidencial. Sin duda.
HOJEADAS DE PÁGINAS…Panistas y perredistas se enfrascaron en una discusión bizantina. Es decir, tan inútil como estéril. El exdirigente albiazul, Eloy Salmerón Díaz los señaló de “andar de rogones” con el Morena y con el PT. Y los perredistas le demandaron “un debate con altura de miras”. ¿Es que acaso tienen algo que debatir los perdedores del pasado cuando ya tuvieron su oportunidad y la desperdiciaron? ¿Cómo planean regresar al poder cuando todos ellos ya están bastante chamuscados y cualquier intento de esperanza ganadora se diluye nada más al mencionar sus nombres? La democracia del pasado les permitió al PAN y al PRD lucrar y ayuntar a sus propios demonios a pesar de lo contradictorio de sus ideologías. Y la pugna en realidad, es porque el PAN irá a la competencia por la gubernatura aliado con el PRI. Y el PRD comienza a zafarse de esa alianza partidista que no le dio resultado. El poder descansando como fin último. Y si no, al tiempo.
Denuncia en desdeabajo Noticias!
¿Conoces o tienes fotos y videos de algún acto de posible negligencia, corrupción y abuso de autoridad? Mándalo al WhatsApp: de desdeabajoNoticias: 7443262471. ¡Compártelo! Nosotros le damos seguimiento
Síguenos también en Twitter: @Yae31099C en Facebook: DesdeabajoAca:https://www.facebook.com/profile.php?id=1000636239783