LECTURA POLÍTICA
El acuerdo de Bety Mojica con Mario Moreno
Noé Mondragón Norato
La reunión quiso pasar con la máxima discreción. Sin despertar sospechas o señales ominosas en los medios de comunicación. De eso se trataba. En silencio, varios personajes de la política guerrerense descendieron de sus lujosos automóviles en el estacionamiento de un restaurant de Polanco, en la Ciudad de México. Era el sábado 11 de enero de 2025. Cinco días antes de que la presidenta Claudia Sheinbaum visitara el puerto de Acapulco. Cundieron los saludos y los abrazos. Los diálogos y las sonrisas efusivas. Incluidos los parabienes por el Año Nuevo. Los olores a loción y perfume caro se desperdigaron por todo el ambiente, entrelazados con el aromático y riguroso café que distribuían solícitos, tres meseros. Parecía un festejo anticipado derivado de amarres de poder inconfesables. Una alegría del futuro aun no cumplida. Y por eso quiso pasar desapercibida. Pero lo que siguió fue parte de ese plan.
AMARRAR CANDIDATURA. – Al frente de dicho cónclave estaba Héctor Ulises García Nieto, secretario de Movilidad en el gobierno de la Ciudad de México que encabeza Clara Brugada. Un personaje que asume y se vende también, como operador político de la presidenta Claudia Sheinbaum. Y los convocados desfilaron airosos e impertérritos.
1.- En la mesa de aquel restaurant se colocaron estratégicamente la senadora del Morena, Beatriz Mojica Morga, el excandidato priista a gobernador en la elección de 2021 y también frustrado aspirante a senador por el partido MC, Mario Moreno Arcos. Hizo lo propio el ex edil de Chilpancingo, el priista Marco Antonio Leyva Mena. Apareció cómodamente sentado Humberto Salgado Gómez, ex secretario general de gobierno con Ángel Aguirre y el gobernador interino perredista Rogelio Ortega Martínez. El secretario de Cultura de la dirigencia nacional del Morena, Arturo Martínez Núñez, acudió presuroso a la cita. Jorge Peto Calderón, efímero secretario de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural de Guerrero (Sagadegro) −quien solo permaneció un año en el cargo en el gabinete de la actual gobernadora Evelyn Salgado−, se movía constantemente para ser visto. Todos ellos sabían a lo que iban. El reloj político los apresuró a cumplir con esa cita. Con aplomo evaluaban que meter reversa a estas alturas, era imposible. Las apuestas de poder quedaron tendidas. Y así las acordaron y aceptaron todos los asistentes a ese concilio. 2.- El acuerdo tomado se quiso guardar en secreto. Pero lo más importante no se pudo esconder. Y trascendió que la decisión de todos los presentes consistió en apoyar y empujar como candidato a gobernador por el Morena, al ex priista y actual emecista, Mario Moreno Arcos, si la dirigencia nacional del partido guinda decidía la candidatura por género masculino. Porque el dirigente estatal del partido guinda Jacinto González Varona, parece decidido a declinar justamente, a favor de Mario Moreno, pese a que el ex cuadro tricolor no es militante activo del partido presidencial. Pero el mensaje que se dio en esa reunión fue en el sentido de que Jacinto prometió registrarlo como tal, llegado el momento. Y si la designación es por el género femenino, la mazorca se desgranaría a favor de la senadora Beatriz Mojica Morga. Todos los presentes asintieron. 3.- La oposición contra el senador Toro se formalizó así, al interior del propio Morena. Encabezada por ex priistas y experredistas. Ningún militante legítimo del Morena. Y se entiende: tanto Beatriz Mojica como Mario Moreno buscan unir fuerzas y clientelas electorales a fin de hacer frente a la popularidad de Félix Salgado. El único problema es que ambos personajes −Bety y Mario− vienen de perder sendas elecciones durante su pasado priista y perredista. Y arrastran con estigmas asociados a la corrupción. Coincidentemente, los dos perdieron elecciones de gobernador y senador. A Bety Mojica la rescató el Morena para hacerla triunfar. En realidad, no fue ella la que ganó la elección de diputada local y senadora, sino el partido, la marca. Así como lo hizo la alcaldesa de Acapulco Abelina López con su reelección. Desde luego ninguno de esos personajes reunidos en aquel restaurant de Polanco esperaba el virtual “espaldarazo presidencial” otorgado por Claudia Sheinbaum al senador Toro cinco días después. Y la película del poder se tornó borrosa y confusa para ellos.
HOJEADAS DE PÁGINAS…Las primeras redadas ordenadas contra migrantes indocumentados por el presidente de los Estados Unidos Donald Trump, ya causaron mucho nerviosismo en la presidencia del país y en las organizaciones que respaldan a nuestros paisanos que trabajan de aquel lado de la frontera. Pero en Guerrero la diputada local del Migrante −la que llegó a la curul para representarlos−, Guadalupe Eguiluz Bautista se ha escondido. Ni una declaración para fijar postura al respecto. Ninguna señal de salir en su defensa. Y es del Morena. Pero lo que es aún peor: es de las legisladoras locales que acumula más inasistencias a las sesiones donde deberían discutir este tipo de temas coyunturales. Si así está la diputada Migrante, también se encuentran en la misma sintonía los diputados plurinominales que llegaron por otras “acciones afirmativas”. Y es eso lo más absurdo y condenable.
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