EN OPINIÓN
El futuro de México, empezó ayer.
Héctor Manuel Popoca Boone.
El que no sabe llevar su contabilidad/ Por espacio de tres mil años/ Se queda como un ignorante en la oscuridad/ Y sólo vive al día. Goethe.
Con la llegada de Donald Trump a la presidencia de EU por segunda ocasión, remasterizado con mayor maldad, se abre al mundo -a México en lo particular- una nueva y ríspida época económica, política y social; cuyas bases de sustentación modifican sustancialmente las políticas anteriores neoliberales establecidas y padecidas por décadas atrás. Entramos a un renovado imperialismo oligárquico, ultranacionalista, faccioso, autoritario, expoliador, expansionista y discriminador; erizado de aranceles y de falsa supremacía con fuerte tufo de kukuxklán.
Ya no será un mundo donde la ruta a seguir sea la cooperación, la complementación y el multilateralismo en las relaciones entre naciones. Relaciones que con frecuencia no estuvieron exentas de fricciones, rebatingas, exclusiones u omisiones ante la inequidad social creciente, el escaso respeto a los derechos humanos, a la paz y a las sanas sustentabilidades ambientales en el orbe.
Los yerros se acumularon; dando como resultado relaciones plagadas de efectos asimétricos, disruptivos, convertidos ahora en situaciones críticas, con ultimatum altaneros de injerencia e intervención unilateral en asuntos internos de otros países; sobre todo, victimizando a los más vulnerables con el uso de la fuerza militar y el poder económico. EU Someterá las soberanías, la autodeterminación y el respeto entre naciones. Otorgará prioridad a las cuestiones egocéntricas de tipo geopolítico. Ahora, por lo que se ve y oye, caminaremos en los linderos de la subordinación del más débil por el más fuerte, en medio de una zozobra generalizada migración a escala mundial.
No nos debe arredrar a los mexicanos estas situaciones complejas de afrontar. Han sido parte de nuestro devenir como país independiente. La memoria histórica de intervenciones casi intermitentes ha forjado nuestro ser nacional para navegar en la tempestad con cautela y recelo. Algunos rasgos de lo que hemos sido y somos, son útiles tenerlos presentes hoy, para poder columbrar con mayor claridad cómo prevenirnos eficazmente; otorgándole, por principio de cuentas, mayor y mejor limpieza a nuestra propia casa; para llenarla de democracia limpia, de economía equitativa, de efectiva justicia social y de menos privilegios plutocráticos. El máximo destierre de la corrupción y de la impunidad imperante, que nos han carcomido el alma con saña y fiereza, es tarea de todo mexicano bien nacido.
Es menester actualizar nuestro antecedente histórico. Eso nos dará certidumbre del qué hacer para no ceder dignidad, ni patria. Bien sea desde nuestro entrañable Palacio Nacional en el Valle de México o desde un carruaje, independiente y peregrino, que vuelva a rodar a todo lo largo y ancho de nuestro abrupto territorio nacional. Hay cosas del nuestro acontecer pasado que en el presente vale la pena no olvidarlas; para renovar el lucimiento de nuestra múltiple estirpe que es, a mucho orgullo, mestiza y humanista; ergo, universal y pluralista. He ahí nuestro futuro.
Repasemos capítulos infaustos de nuestra historia patria: la fracasada reconquista por el imperio español (1829); la piratería del gobierno de EU para quitarnos poco más de la mitad de nuestro territorio nacional (1846); la malhadada y fallida intervención punitiva del II imperio francés (1861); el golpe de Estado al gobierno democrático de Francisco I. Madero realizado por el general, Victoriano Huerta, y fraguado a trasmano por el gobierno de EU (1913).
Leamos los contenidos de Tratados internacionales infames, como el de Villa de Guadalupe (1848); los Tratados Mon-Almonte y de Mclane-Ocampo (1859); el Manifiesto del Imperio de Maximiliano (1864); el Tratado de Bucareli (1923); entre otros. Todos ellos incubados en las agudas divisiones internas que traíamos (traemos) irresolutas; como producto de nuestras pugnas internas por el poder entre facciones locales rivales.
Y sin embargo… existimos y seguimos dándole verdadera vida (aunque maltrecha y atropellada) a nuestra soberanía e identidad mexicana. El inmediato porvenir no se atisba promisorio; estará lleno de obstáculos, dificultades y complejidades en tanto el “Orate del norte” siga gobernando EU y nosotros no nos decidamos a erradicar nuestras propias lacras y anclas internas que no nos dejan progresar con mayor bienestar social.
PD. Sabido es que, Donald Trump, dará vigencia a los aranceles a las exportaciones mexicanas a partir del próximo 4 de marzo; sin haber cumplido en nada sus compromisos de combatir a las organizaciones criminales que venden al menudeo drogas en EU ni tampoco ha trabajado en nada para prohibir a las armerías gringas, la venta de armas de alto poder a los cárteles mexicanos. En contraste, están a la vista de todos los sorprendentes resultados dados por Claudia Sheinbaum, Presidenta de México, con los que ella adquirió. Dejará al “Orate del norte” en ridículo y con poca credibilidad como pretendido líder mundial.
Denuncia en desdeabajo Noticias!
¿Conoces o tienes fotos y videos de algún acto de posible negligencia, corrupción y abuso de autoridad? Mándalo al WhatsApp: de desdeabajoNoticias: 7443262471. ¡Compártelo! Nosotros le damos seguimiento
Síguenos también en Twitter: @Yae31099C en Facebook: DesdeabajoAca:https://www.facebook.com/profile.php?id=1000636239783