LECTURA POLÍTICA
Senador Toro: aplicar popularidad a Aguirre
Noé Mondragón Norato
Hay una movilidad política que no se detiene. A pesar de que faltan poco menos de dos años para que se defina el candidato a gobernador por Guerrero, las redes sociales y los medios de comunicación se saturaron de voces, entrevistas y declaraciones de personajes que, de pronto, brincaron y salieron de su prolongado silencio. E intentan tejer una estrategia de poder rentable. Los indicios marcan que este tipo de ambiciones por el poder ya no podrán ser frenadas. Es cuestión de atar los cabos sueltos.
EXPLOTAR LA POPULARIDAD. – Hay una lógica de poder que no puede eludirse: si el senador Toro lleva la delantera en todas las encuestas, la irrupción de otras figuras públicas obedece justamente, a la construcción deliberada de un escenario orientado no sólo a bajarle puntos de esas mediciones estadísticas, sino con el propósito claro de ofertarlas como las adecuadas para suplirlo en la candidatura a gobernador. Se lee así: 1.- El exgobernador Ángel Aguirre salió de nuevo. Lo hizo para anunciar la afiliación de los miembros de su ex tribu perredista, Izquierda Progresista Guerrerense (IPG) a las filas del Morena. La certeza de que serán aceptados como militantes de ese partido, aun sin sentarse a dialogar previamente con el dirigente estatal guinda, Jacinto González Varona, confirma que los acuerdos del exmandatario perredista se tejieron fuera de la entidad. Directamente con la presidenta Claudia Sheinbaum. Y por eso se entiende que Jacinto esta vez haya guardado silencio. Hace unas semanas admitió que su partido “no aceptaría ningún cascajo político” en sus filas a propósito de la intención pública del excandidato priista a la gubernatura y luego al senado por el partido MC, Mario Moreno Arcos de “estar considerando” registrarse como militante del partido presidencial. Si lo afirmado por Aguirre es cierto, entonces Jacinto estaría aceptando los registros del exdirigente municipal del PRI en Acapulco, Sofio Ramírez Hernández y de todos los aguirristas que así lo soliciten.
Se trata en el fondo, de colonizar al Morena. Así como el propio Ángel Aguirre lo hizo en su momento, con el PRD. El punto, sin embargo, es que este ya no tiene la misma popularidad que lo llevó al gobierno de la entidad en la elección de enero de 2011. Porque toda forma de ejercer el poder desgasta. Y por ese resquicio le van a meter muchas zancadillas. 2.- En su nueva irrupción mediática, Aguirre parece haber soslayado a figuras como la senadora Beatriz Mojica Morga o el propio Mario Moreno. Y se ha decantado por Estela Damián Peralta, una mujer que no cuenta con ninguna trayectoria política en Guerrero, pero sí tres cargos en la Ciudad de México: dos como diputada de la Asamblea Constituyente. Y otro como diputada federal. Fue postulada por el PRD. Y su último pase a dicha Asamblea lo hizo por la vía plurinominal cobijada con las siglas del partido MC al que se mudó en 2015. Como ahí no percibió futuro político alguno, se volvió a mudar de partido. Esta vez al Morena en 2017. Antes de aspirar al gobierno de la entidad, Estela tendría que dar resultados contundentes en su tarea actual como subsecretaria de Prevención en la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) del gobierno federal. Porque a pesar de que la marca Morena tiene las preferencias electorales, los intereses de poder que se mueven en Guerrero son muy diferentes a los que está acostumbrada a sortear en la Ciudad de México. Podrían devenir en sorpresas desagradables. La propia presidenta del país debe saberlo y estarlo evaluando. Los puntos vulnerables de Estela, estarían en un proceso acumulativo. 3.- Ángel Aguirre sabe lo que es competir electoralmente y sin mucho presupuesto. Fue así como le ganó la competencia por el gobierno estatal a su primo, el actual senador Manuel Añorve. Su popularidad era su mayor activo respecto del “chaparrito cabrón”, de acuerdo con las propias palabras de este último. Hoy, con todas las variables existentes en las mediciones estadísticas que, sin embargo, a él lo llevaron a la gubernatura de la entidad en la elección de 2011, los números en ese sentido los tiene a su favor el senador Toro. De ahí que la pugna por el poder no sea externa, sino que Aguirre busca hacerla interna afiliando al Morena a todo el aguirrismo. La idea aparece clara: ir adueñándose progresivamente, del partido guinda. En exacta réplica a como lo hizo con el PRD. Se entiende que el senador Toro se la va a complicar aplicándole la misma receta que Aguirre usó con Añorve: la popularidad. Ese es el punto.
HOJEADAS DE PÁGINAS…A pesar de haber gobernado la vecina entidad morelense priorizando el incremento de la inseguridad y promoviendo con su indolencia el terror continuo para sus habitantes, el exgobernador, exfutbolista y actual diputado federal, Cuauhtémoc Blanco Bravo, fue exonerado ayer en el Congreso de la Unión del presumible delito de violación, el cual fue denunciado por su media hermana. Los grupos de feministas que se han desgarrado las vestiduras enmudecieron. Y las diputadas federales del Morena que siempre han condenado las conductas “machistas” contrarias a ese movimiento, simplemente votaron a favor del dictamen que evitara su desafuero. Sufrieron de amnesia convenenciera. Con ello se confirma que el discurso feminista sirve en realidad, a los intereses políticos y del poder que los mueven. No a un verdadero y auténtico anhelo de justicia.
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