LECTURA POLÍTICA
El fin de un opositor
Noé Mondragón Norato
La muerte siempre le estuvo pisando los talones. Le respiraba en la nuca. Casi llegó a mesarle el cabello. Pero siempre esquivó a esa “distinguida” dama. Hasta la noche del pasado 18 de abril cuando la suerte lo abandonó. Un solitario pistolero lo sorprendió muy cerca de playa Icacos, en Acapulco. Le asestó tres balazos en el abdomen. Siete días duró su agonía en un hospital del puerto. El 25 de abril fue declarado muerto. Significó el fin de uno de los últimos luchadores sociales guerrerenses arraigados en su comunidad. Dispuesto siempre a defender la tierra. Al costo que fuera. Era émulo del legendario Rubén Jaramillo Ménez, un líder campesino zapatista asesinado el 23 de mayo de 1962 junto con toda su familia en Xochicalco, Morelos, por órdenes del entonces presidente priista Adolfo López Mateos. El poder sintiéndose agraviado por quienes les incomodan. La misma historia salpicada por la afectación de intereses podridos e inconfesables. La redición del México bárbaro y desigual que no conoce de perdones ni amnistías. Fue ese el destino labrado por Marco Antonio Suastegui Muñoz, el vocero y líder de los campesinos opositores a la construcción de la presa La Parota, en los Bienes Comunales de Cacahuatepec.
TRES EXPRESIDENTES Y CUATRO EXGOBERNADORES. – El proyecto para construir la presa hidroeléctrica La Parota lo inició el presidente panista Vicente Fox, apenas tomó posesión de su cargo. Y lo apuntaló en Guerrero, el finado exgobernador tricolor René Juárez Cisneros. Ninguno esperaba encontrar la resistencia radical de los campesinos.
Y la figura de Marco Antonio Suastegui creció como la espuma. Hasta que topó de frente con el escenario funesto. Se lee así: 1.- Ningún gobernante soporta los atrevimientos de sus inferiores. La soberbia y el complejo de una superioridad mal entendida los vence. Y menos cuando se trata de un líder campesino. Por eso y en sintonía con los presidentes Vicente Fox y Felipe Calderón, tanto René Juárez como el primer mandatario perredista de “la alternancia”, Zeferino Torreblanca Galindo, libraron sendas órdenes de aprehensión contra Marco Antonio Suastegui. Su único delito: evitar la construcción de la presa La Parota en los Bienes Comunales de Cacahuatepec. Una postura que lo marcó toda su vida. Luego y ya con Peña Nieto, el también exgobernador perredista Ángel Aguirre dejó plantados a los campesinos afines a Suastegui Muñoz en una reunión a los que el propio mandatario había citado. Eso encendió el coraje de este quien, semanas después y cuando Aguirre visitó aquellos lares para enmendar su descortesía, casi lo abofeteó. “De esta, te vas a acordar toda tu vida” amenazó el exmandatario. Y lo cumplió. El 17 de junio de 2014 el dirigente de La Parota fue detenido por agentes ministeriales en Acapulco. Le endilgaron el delito de robo. Fue trasladado al penal de Las Cruces. Luego al de La Unión. Y de ahí al de máxima seguridad de Tepic, Nayarit. Lo liberaron en marzo de 2015 cuando Aguirre ya había salido de la gubernatura derivado de los hechos de Iguala. 2.- La tempestad política no acabó ahí. Durante el sexenio del priista Héctor Astudillo el diálogo entre los campesinos de Cacahuatepec y el mandatario estatal se fracturó. Un momento marcó esa ruptura: cuando Marco Antonio Suastegui se confrontó con su hermano Vicente Suastegui Muñoz tras ser detenidos ambos por las autoridades el 7 de enero de 2018, bajo el cargo de homicidio calificado junto con otros catorce integrantes de esa organización campesina. Vicente acusó a su hermano de “haberlo abandonado a su suerte en el penal −del que Marco salió muy rápido−, insultar a su esposa Samantha y de expulsarlo de la organización”. Desde el pasado 5 de agosto de 2021 −cuando Héctor Astudillo no entregaba aun el poder estatal a la actual gobernadora Evelyn Salgado− Vicente Suastegui está desaparecido. Fue “levantado” en Ciudad Renacimiento de Acapulco, cuando conducía el taxi que trabajaba. Su hermano Marco Antonio nunca perdió la esperanza de encontrarlo con vida. Pero las balas que acabaron con su vida le impidieron cristalizar ese sueño. Cuatro exgobernadores y tres expresidentes del país mantuvieron a Marco Antonio Suastegui como uno de sus más férreos adversarios. Pero solo la muerte logró anularlo. Y la demanda de justicia está pendiente para el gobierno de Claudia Sheinbaum.
HOJEADAS DE PÁGINAS…Como nunca ha podido gobernar el municipio de Acapulco, el Congreso local decidió tomarle la medida a la ineficaz alcaldesa morenista de Acapulco, Abelina López Rodríguez. Y la figura de revocación de mandato en su contra está más latente que nunca. Porque ese municipio está saturado de sangre, violencia y de luto ante la visible y desgarbada impasibilidad de Abelina. Y más que un tema político el presidente de la Jucopo, Jesús Urióstegui, está mandando señales de que la sierra viene cortando parejo. Porque en esa misma tabla se encuentra el también ex edil de Iguala, David Gama Pérez a quien la AGE le endosa un desfalco de cincuenta millones de pesos. Aunque no ha cumplido el plazo legal, debería entrar también, el neopanista de Chilpancingo, Gustavo Alarcón Herrera, ante su elocuente incapacidad para gobernar. Las crisis en las comunas comenzaron a reventar.
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