Tumbando Caña
“Nuestros muertos merecen un panteón digno”: MN
Juan Antelmo García Castro
Pocas personas aceptan administrar un panteón municipal, una tarea esencial para la comunidad pero con grandes desafíos que la hacen poco atractiva para muchos personajes; es decir, este tipo de cargos no son competitivos comparado con otros trabajos administrativos o de servicios públicos con salarios bien remunerados…En el caso del panteón central de Chilpancingo, hace menos de dos meses llegó al modesto puesto de Administrador un dinámico joven que ha ocupado eficientemente diversos cargos en la administración pública y privada, me refiero a Marcos Nieves, que en poco tiempo ha ido cambiando la imagen del legendario cementerio capitalino, cumpliendo a cabalidad la confianza brindada por el alcalde Gustavo Alarcón Herrera…Marquitos Nieves, como cariñosamente le dicen sus amistades, nos comenta que algunas personas consideran que este trabajo no es agradable “porque estar cerca de los muertos o trabajar en un panteón según es de mala suerte o espiritualmente negativo, pero para mí esas son creencias que respeto, es una actividad laboral como todas que debe ser valorada socialmente, pues nuestros familiares que se nos han adelantado a la otra vida merecen descansar en paz en un panteón digno”, expresó el flamante Administrador del cementerio principal de Chilpancingo…
Sin duda que mucha razón tiene Marquitos Nieves de mantener en condiciones dignas el cementerio donde descansan los restos de nuestros seres queridos, por tanto, los familiares pueden tomar varias acciones concretas y responsables a nivel individual como colectivo, dedicándose periódicamente a la limpieza de la tumba o nicho, pero al retirar basura, hojas secas, flores marchitas o agua podrida no arrojar esa suciedad a otras tumbas vecinas ni a los estrechos pasillos…Cuando se requiera hay que pintar las lápidas y arreglar las estructuras deterioradas, sin extenderse más que a lo legalmente permitido; o sea, respetar las reglas sobre decoración y uso del espacio para no obstaculizar pasillos ni afectar otras tumbas, evitando obviamenteconstrucciones no autorizadas o ampliaciones indebidas…Por otra parte, los cementerios municipales tienen asignado presupuestos limitados, siendo justo y necesario el apoyo económico cumpliendo puntualmente con el pago de cuotas de mantenimiento, que en este caso es la llamada perpetuidad o predial, aunque también se puede brindar voluntariamente apoyo en especie donando pintura, plantas, herramientas, etc…Sin olvidar el cuidado del sacrosanto lugar, desplazando énfasis especial a la promoción del respeto y la conciencia comunitaria…En ese contexto, coincido con el entusiasta Administrador del Panteón Municipal de Chilpancingo, Marcos Nieves, de que mantener en condiciones dignas un cementerio no solo es una muestra de amor y respeto hacia quienes han partido hacia el descanso eterno, sino también un acto de responsabilidad colectiva a la memoria de los muertos, la cultura y el entorno social.
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