LECTURA POLÍTICA
Crisis en dos Morenas
Noé Mondragón Norato
Hay dos Morenas que se comienzan a configurar y que, de algún modo, parecen caminar por rumbos separados: el de la presidenta Claudia Sheinbaum. Y el del ex presidente Andrés Manuel López Obrador. Ambos friccionados por la presión constante del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. Es cuestión de ubicar las pistas.
CRISIS DE FONDO EN LA 4T.- Una lógica se hizo costumbre progresiva en el Morena: no castigar, sancionar ni amonestar a ninguno de sus militantes. Por más grave y flamígero que se proyectara el asunto ventilado mediáticamente. De ahí se lee lo demás: 1.- Cuando el presidente AMLO llegó a la presidencia en el 2018, se encontró a Donald Trump gobernando los Estados Unidos durante su primer periodo (de 2017 a 2021). Pero los entendimientos y los desacuerdos entre ambos no llegaron a la ruptura. Joe Biden sustituyó a Trump en 2021 y eso favoreció la política del “respeto a la soberanía” hacia nuestro país. Pero comenzó a vibrar con fuerza en el vecino país ─sobre todo en el ala republicana─, la política de “abrazos, no balazos” impuesta como norma de seguridad pública por el expresidente mexicano. Y cuando Claudia Sheinbaum asumió el mando presidencial coincidiendo con el segundo periodo de Donal Trump en la presidencia gringa, el ambiente político entre ambos países no solo se crispó, sino que ya estaba contaminado. Tanto por el constante flujo de migrantes que incrementaron las problemáticas internas norteamericanas, el aumento del poder de los cárteles mexicanos por el flujo de los dólares y la venta ilegal de armas, y la saturación del fentanilo en las calles del vecino país traducida en crisis internas de seguridad. De eso derivó la política de presión sistemática de Trump hacia Claudia que hoy la tiene pegada contra las cuerdas. 2.- A muy pocos parece creíble la idea de que el ex gobernador de Tabasco y actual coordinador del senado por Morena, Adán Augusto
López Hernández, no sabía “los negocios” que regentaba su secretario de seguridad pública Hernán Bermúdez Requena, un personaje que lideraba al grupo delictivo La Barredora en aquella entidad y que hoy está prófugo de la justicia y es buscado por la Interpol en todo el planeta. Con ello, la presidenta Claudia Sheinbaum mandó clara la señal: el control del senado sería de mero trámite para su mandato pues Adán Augusto no podría sostenerse por el escándalo de muy altos decibeles mediáticos que lo quema y lo consume hasta la ignominia. Y que ya lo puso en la mira de las propias autoridades norteamericanas. Por otro lado, el control político del Congreso de la Unión también pasaría a sus manos, pues el actual coordinador de los legisladores federales morenistas, Ricardo Monreal Ávila tiene mucha cola que le pisen por los más de 150 millones de pesos que “desapareció” cuando coordinó el senado en la pasada legislatura. Todo lo anterior sumado a la presumible cancelación de su visa por hipotéticos nexos delictivos que le impediría viajar a los Estados Unidos. Nervioso, el propio Monreal anunció hace unos días que “se retirará de la política” al concluir su periodo como diputado federal. El antecedente es referencial: tanto Adán Augusto como Ricardo Monreal le votaron en contra la reforma contra el nepotismo a la actual presidenta, mandándola del 2027 hasta el 2030. El tiempo de cobrar esa factura política para Claudia parece haber llegado. A menos que ella misma no lo quiera así. O no la dejen. 3.- A partir del próximo 1 agosto, la administración Trump impondrá un arancel del 30 por ciento a todas las mercancías mexicanas que crucen la frontera. “México no ha hecho lo suficiente para frenar a los cárteles”, publicó el presidente norteamericano en sus redes sociales apenas el pasado 12 de julio. En corrillos políticos trasciende que Trump pide la caída de políticos de primer nivel. Uno de los más visibles es el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya. Y hoy, el propio Adán Augusto. ¿Será posible? Lo cierto es que al estridente grito de “¡No estás sólo!” la militancia morenista ha cerrado filas contra lo irregular y defendido a ultranza todo aquello que transpira presumibles delitos. Los próximos once días serán cruciales al respecto.
HOJEADAS DE PÁGINAS…Una vez más, la indiferencia fue la raya que marcó distancias entre la presidenta Claudia Sheinbaum y la alcaldesa de Acapulco, Abelina López Rodríguez, quien no fue invitada a la gira presidencial de ayer domingo en el puerto de Acapulco. Con ello, la presidenta manda clara la señal en el sentido de que sería ese, el único castigo contra Abelina, quien defiende a capa y espada su “honestidad” en el discurso, pero lo contradice en los resultados y con los millonarios desvíos no aclarados hasta hoy. Y lo que es peor: no existe ninguna auditoria sobre los recursos que está destinando para pagar encuestas con el fin de meterse a la contienda de gobernador en el 2027. Porque en palabras de la propia alcaldesa y para refrendar su propia impunidad, “en Guerrero todo se puede”.
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