**Hay en las bóvedas entre 300 y 400 restos humanos de desaparecidos
Marcial Campuzano
31/07/2025
Chilpancingo, Gro.
El Panteón Ministerial de Chilpancingo se encuentra saturado con entre 300 y 400 cuerpos plenamente identificados que no han sido reclamados por sus familias, informó la representante del Colectivo Familiares en Búsqueda “María Herrera”, Gemma Antúnez Flores. La activista atribuyó esta situación al temor de los familiares de tener que pagar por los cuerpos, además de que en muchos casos simplemente no han podido ser localizados.
En entrevista realizada en el Cerro El Tepetlayo, cercano a la localidad de Zumpango del Río, la representante del colectivo explicó que con apoyo de la Cruz Roja Internacional se ha logrado la identificación por ADN de al menos 200 cuerpos desde finales de 2023. Sin embargo, gran parte de las familias aún no han sido encontradas para proceder con las entregas.
Durante un operativo de búsqueda en la colonia San Juan Diego, en las faldas del cerro, el colectivo localizó 3 presuntas fosas clandestinas. La zona fue acordonada tras una denuncia anónima, y se notificó de inmediato a la Fiscalía General del Estado, que envió personal pericial y de la Policía Ministerial.
“Se ve claramente que la tierra está removida, amontonada. Encontramos restos de ropa y una playera”, señaló la activista. Aclaró que por protocolo, las buscadoras se retiraron del área para evitar su contaminación, pero esperan que las autoridades realicen las excavaciones correspondientes.
Las dimensiones de las fosas hacen suponer que podrían contener cuerpos humanos, aunque no se descarta la posibilidad de que se trate de restos animales. “Las 3 fosas tienen el tamaño suficiente para haber contenido cuerpos completos”, aseguró la vocera del colectivo.
Desde mayo de este año, el colectivo ha recibido 25 reportes anónimos con ubicaciones de posibles entierros clandestinos. Uno de los próximos sitios a inspeccionar es conocido como “El Remolino del Diablo”, donde se reportaron restos humanos totalmente despedazados, lo que hace suponer la intervención de fauna carroñera.
La activista reconoció que los hallazgos provocan sentimientos encontrados entre las familias buscadoras. “Tenemos la esperanza de encontrar a los nuestros con vida, pero cuando localizamos restos, también sentimos alivio por acercarnos a la verdad. Es dolor y alegría al mismo tiempo”, señaló en el encuentro que tuvo con periodistas.
Durante las labores en Zumpango, miembros del colectivo estuvieron acompañados por la Policía Estatal y la Guardia Nacional, quienes brindaron seguridad mientras se ubicaba la zona a intervenir. Posteriormente, se dejó la responsabilidad de la intervención a la Fiscalía.
Asimismo, denunció que las autoridades estatales no siempre cuentan con la preparación adecuada para este tipo de tareas. “Hay colectivos que han tenido problemas porque los funcionarios no saben trabajar estos hallazgos. Nosotras hemos aprendido a ser antropólogas, peritos, todo, para vigilar que se hagan bien las cosas”.
Otra de las quejas constantes es la demora de la Fiscalía General del Estado en la entrega de cuerpos localizados en fosas clandestinas. “Aunque tardan hasta 6 meses, hemos visto avances. La Cruz Roja Internacional intervino y se creó un área especializada de identificación, donde ya se han obtenido resultados reales”, señaló.
Según los datos del colectivo, al menos 200 cuerpos identificados por ADN han sido entregados a familiares, algunos de ellos integrantes del mismo colectivo. Uno de los casos recientes fue el del señor Ángel Jiménez Martínez, quien pudo recuperar los restos de su hijo.
Respecto a los rumores sobre cobros por la entrega de restos, la activista aclaró que en el caso de los colectivos no se ha realizado ningún tipo de cobro. “A nosotros nunca nos han cobrado un peso, pero muchas familias creen que sí y por eso no reclaman a sus desaparecidos”, explicó.
También denunció que en otros estados del país no se siguen los protocolos de entrega digna. En particular, relató una experiencia en Morelos, donde pretendían entregar restos en bolsas negras, situación que rechazaron hasta que se cumpliera con el debido protocolo.
La representante del colectivo señaló que el Centro de Identificación Forense de Acapulco aún no está en funcionamiento completo. Aunque el edificio ya fue construido, carece de mobiliario, equipo, aire acondicionado y servicios básicos como agua potable.
Mientras tanto, el Colectivo “María Herrera” continuará sus labores de búsqueda y exigirá a las autoridades el cumplimiento estricto de los protocolos de localización, exhumación e identificación, en memoria y respeto a las personas desaparecidas y sus familias.
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