LECTURA POLÍTICA
La unidad de Claudia y AMLO
Noé Mondragón Norato
De cómo el gobierno de los Estados Unidos presione a la presidenta del país Claudia Sheinbaum y logre resultados en su lucha contra los grupos del crimen organizado, dependerá en gran medida el reacomodo de las fuerzas políticas morenistas en la definición de muchas de las candidaturas que renovarán los dieciséis gobiernos estatales para la elección de 2027. En este sentido no se advierte que los gobernadores de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, de Sonora, Alfonso Durazo o la de Baja California, María del Pilar Ávila empujen un sucesor a modo envueltos como se encuentran en acusaciones por presumibles vínculos delictivos. O que los gobiernos de Chihuahua y Querétaro en poder del PAN, sean ganados por Morena al igual que Nuevo León bajo control político del MC. Y que la alianza guinda con el PVEM se quiebre en San Luis Potosí. Lo que haga o deje de hacer la presidenta podría detonar escenarios insospechados. El pulso es apenas referencial.
LASTRES QUE PESAN. – La percepción de la corrupción y la impunidad estimuladas en el actual sexenio podrían acortarse o ensancharse significativamente a partir de dos premisas: el éxito en la aplicación de las políticas de seguridad pública a partir del primer año que cumplirá la actual gestión presidencial el próximo 1 de octubre. O la decisión de mantener en el gabinete presidencial a los mismos lastres que horadan y desgastan sistemáticamente, a la
presidenta Sheinbaum. Se lee así: 1.- La unidad de la militancia en el Morena parece ser la prioridad. La clave para sortear los barruntos de una eventual y posible debacle. El acero que blinda las amenazas por pasivos políticos acumulados. La tabla de salvación en una inescrutable y poderosa tormenta en alta mar. Por eso la presidenta no actúa contra el coordinador de la bancada en el senado Adán Augusto López, pese a las evidencias de su presunto involucramiento con un grupo criminal de Tabasco. Tampoco lo hace contra los gobernadores de su partido que se encuentran en el ojo del huracán político por esos mismos motivos. Y emplea soliloquios reiterados para justificar a la alcaldesa de Acapulco, Abelina López Rodríguez, quien aparece como una de las piezas morenistas más desgastadas en el plano nacional por los millonarios recursos que se ha negado a comprobar. A ello se suma el reclutamiento masivo de priistas en la coyuntura para renovar gobiernos estatales, con el único fin de atemperar críticas a través de inconfesables acuerdos en lo oscurito. Los cuales aceptan felices todos los tricolores. Porque a través de ellos van a regresar al poder. Fertilizan el terreno para lograrlo. Así, diezmar, dividir o sumar a los opositores parece ser la consigna. Los pocos que sobreviven apelan a la clemencia política del presidente norteamericano Donald Trump, como única vía para enfrentar al Morena y a la presidenta. Sin embargo, los lastres pesan demasiado. Carcomen y muerden silenciosamente. Y se siguen acumulando. 2.- Una extirpación de los tumores políticos malignos tendría que atravesar forzosamente, por el tamiz y la venia del ex presidente AMLO. Algunos bots en las redes y varios periodistas se aferraron a la divulgación reiterada de una idea: el gobierno de los Estados Unidos tendría en la mira al ex presidente. Parten de una lógica entendible: si cae Adán Augusto arrastrará en su caída a AMLO. El punto es que, de ser así, también tendrían que ser llamados a cuentas los ex presidentes Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón en cuyos sexenios nació, creció y se expandió el fenómeno delictivo. Por eso dichos vaticinios no se han cumplido. Y es claro que AMLO difícilmente renunciará a meterse en la designación de los próximos candidatos a los gobiernos en las dieciséis entidades que los renovarán en el 2027. La presidenta parece tener, sin embargo, un as bajo la manga: la actuación de su secretario de seguridad federal Omar García Harfuch en el combate real a todos los lastres heredados por AMLO a través de su política de “abrazos, no balazos”. Y ello significará necesariamente, una ruptura entre ambos. La cual difícilmente ocurrirá. La unidad entre Claudia y AMLO será férrea y a brazo cerrado contra Donald Trump. Y van a compartir candidaturas. Con priistas, perredistas y morenistas. Ese es el punto.
HOJEADAS DE PÁGINAS…Guerrero es una entidad donde la militancia del Morena y sus actores, reclaman el relevo cada año en la Junta de Coordinación Política (Jucopo) del Congreso local. Lo cual no ocurre en el plano federal. Allá, los coordinadores morenistas en el senado y el Congreso de la Unión, duran los seis y tres años respectivamente. Y si se mira bien, los relevos en Guerrero tienen un propósito claro: adueñarse del presupuesto asignado a dicho recinto. Por lo menos durante un año. Pretextan motivos políticos y hasta el manejo fallido de la agenda legislativa para llegar, aunque en la mayoría de los casos se descubra que lo hacen peor. Porque al que le gustan las salchichas y las leyes lo mejor es que no vaya a ver cómo se hacen.
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