LECTURA POLÍTICA
PRI-PAN: estrategia adelantada
Noé Mondragón Norato
La estrategia política de la alianza PRI-PAN parece obvia: comenzar a desgastar a todo aquello que huela a Morena rumbo a la primera definición electoral programa para el 2027. Y esta se relaciona con la renovación de 16 gobiernos estatales. Curiosamente, en ninguno de ellos está en juego la prolongación priista. Porque solo cuenta con dos entidades (Durango y Coahuila) que no irán a la elección de 2027, pero sí a las de 2028 y 2029 respectivamente. En cambio, el PAN expondrá al juego de las urnas a dos gobiernos bajo su control (Querétaro y Chihuahua). Es cuestión de pulsar los vaivenes, las movilidades, las argucias y los tiempos políticos para entender la implementación de algunas tácticas de obligado desgaste político.
RETENER O PERDER. – El escándalo de las provocaciones en el senado que terminó en arañazos y fintas, más que en golpes reales entre los senadores Alejandro Moreno Cárdenas del PRI, y Gerardo Fernández Noroña de Morena, tiene un trasfondo político muy claro. Y se relaciona con la perdida tricolor del senador Néstor Camarillo Medina, lo cual implica que el PRI ya no tendrá representación en la Mesa Directiva de la Cámara Alta después de 96 años de mantenerla. Y el escenario electoral se dibujó espeso y difuso para ellos. Se lee así: 1.- Trece de los dieciséis gobiernos estatales que entrarán en juego en la elección de 2027, están bajo control de Morena. Nuevo León es gobernado por el MC. Mientras Querétaro y Chihuahua son del PAN. La idea de la alianza PRI-PAN no consiste tanto en que ambos partidos retengan estas dos últimas entidades, sino que le cercenen al Morena algunas otras con el propósito de llegar fortalecidos a la elección presidencial de 2030. Y en dicho escenario aparecen al menos seis entidades que podrían tornarse vulnerables para el partido guinda: Sinaloa por los señalamientos en contra del gobernador morenista Rubén Rocha Moya, debido a sus presumibles vínculos delictivos. Sonora está en esos mismos niveles bajo la conducción de Alfonso Durazo Montaño, quien cuenta al parecer, con una orden de detención en los Estados Unidos; el de Baja California con la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda por esos mismos motivos, fortalecidos con la cancelación de su visa y la de su esposo Carlos Torres, hecha por el gobierno norteamericano. Y figuran también San Luis Potosí, Zacatecas y Guerrero. En el primero de ellos, el gobernador de la alianza PVEM-Morena, Ricardo Gallardo Cardona, pretende dejar como heredera a su esposa, la actual senadora Ruth González Silva. En Zacatecas ocurre algo parecido con el actual gobernador David Monreal Ávila, quien desea dejar la estafeta en manos de su hermano, el también senador Saúl Monreal Ávila. Y en Guerrero, el senador Toro estaría en el camino de reclamar el gobierno estatal que ya conduce la actual mandataria Evelyn Salgado, su hija. Si bien es cierto que, en los tres casos existen conflictos de intereses, también es real que la base electoral de los tres aspirantes mencionados en muy amplia. Y podría, si no se maneja adecuadamente, abrir paso al indeseable regreso del PRI-PAN derivado de esos polémicos señalamientos contra tres de sus gobernadores y las virtuales divisiones internas en el Morena implementadas por los tres restantes. En dicha alianza opositora parecen percibirlo así. Y por eso comenzaron a generar la estrategia del desgaste y de los golpeteos. 2.- En este punto, no es casual que la alcaldesa de la delegación Cuauhtémoc,
Alessandra Rojo de la Vega −que compitió en la elección de 2024 bajo las siglas del PRI-PAN-PRD−, convocara a una marcha el pasado 31 de agosto a la que bautizó como “La Resistencia”. Enarboló dos banderas discursivas: la defensa de la democracia. Y la crítica y descontento hacia un gobierno autoritario. Lo hizo Justo en la coyuntura de tres eventos: la confrontación pendenciera Noroña-Alito, la toma de protesta de los nuevos ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), y la rendición del Primer Informe de la presidenta Claudia Sheinbaum. 3.- Por su parte, el dirigente nacional del PRI, Alito, hizo un enroque perturbador: en la dirigencia estatal del PRI en Puebla, designó al guerrerense Juan José Castro Justo, un cuadro político añejo perteneciente a la escuela política del exgobernador Rubén Figueroa Alcocer, pero también plegado al senador Manuel Añorve. El punto es que en 2027 no habrá elección de gobernador en Puebla. Y Alito no designó a un priista poblano en aquella dirigencia estatal. ¿Será que Castro Justo tendrá la misión de apoyar desde la dirigencia de la vecina entidad al senador Manuel Añorve, ante la posibilidad de una ruptura de grandes dimensiones en el Morena de Guerrero? La baraja política ya está tendiendo cartas sobre la mesa.
HOJEADAS DE PÁGINAS…Por enésima ocasión, la inacabada problemática capitalina puso contra las cuerdas al edil panista-priista, Gustavo Alarcón Herrera. Primero, el crimen y la inseguridad se apoderaron de las calles de Chilpancingo; luego el camión recolector de basura dejó de pasar por muchas colonias desde hace más de quince días, lo cual es un indicador contundente en el sentido de que el relleno sanitario del cerro del Huiteco ya no soporta las cientas de toneladas de los desperdicios, pero el edil no puede gestionar exitosamente la solución; y finalmente, las calles del centro y aledañas se saturaron de tremendos hoyancos incrementados por la presencia de las fuertes lluvias de los últimos días. Pero el edil Alarcón Herrera no ha sido capaz de poner en marcha un urgente programa de bacheo. Ante los problemas que lo rebasan, su mejor refugio como siempre, ha sido el silencio. Y este último solo confirma sus propias incompetencias.
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