LECTURA POLÍTICA
Fortalezas y debilidades de una marcha
Noé Mondragón Norato
En política las crisis del poder para unos se convierten en oportunidades para otros. El momento exacto para acortar desventajas y subir más alto en las encuestas. Insertarse en contextos de reconocimientos inesperados y madurados por la circunstancia misma. O, por lo menos, reconquistar la gracia caída. Hay actores políticos guerrerenses que no percibieron ni pudieron leer este crucial momento. Y se quedaron arrumbados en su propio anonimato y perdición. La auscultación es apenas, referencial.
REPOSICIONAMIENTOS DE COYUNTURA. – La presidenta Claudia Sheinbaum atraviesa por un momento de crisis política ineludible. Que no se puede negar. Y es justo en dicha coyuntura cuando precisaba que los apoyos de sus simpatizantes políticos más próximos, se convirtieran en hechos, no en demagogia pura. En respaldos reales. Se lee así: 1.- El senador Toro cacareó el huevo muy temprano. Y afirmó que llevaría a la concentración morenista en el zócalo de la Ciudad de México del pasado sábado ─que
celebraría siete años de la permanencia de dicho partido en el poder presidencial─, a once mil guerrerenses. El momento político era inapreciable para él. Y hasta cierto punto, oportuno. No sólo fue la ventaja con la que se anticipó a todos los aspirantes de Morena a gobernador: el grueso del contingente fue encabezado por dicho personaje. Desde luego, lo vendió ruidosamente en las redes sociales. Y la presidenta Claudia Sheinbaum también lo percibió. De esta forma y muy a pesar del ruido mediático y en redes sociales sobre su posicionamiento en las encuestas ─que lo arrumban al segundo lugar y luego lo regresan al primero─, el senador Toro refrendó que, en los hechos, sigue encabezándolas. Enseñó el músculo. Y esta vez no pasó desapercibido a quiénes les aplicó esa fuerza. 2.- La senadora Beatriz Mojica Morga ─quien, tras rendir su primer informe legislativo en Acapulco, se montó al primer lugar en las encuestas sin existir una razón convincente para que lo lograra─, prácticamente desapareció de la marcha y apenas se le percibió en algunas fotografías aisladas. No mostró todo el contingente que llevó a esa concentración. Su músculo se percibió demasiado flácido. En el estado anterior al despojo. Como siempre lo ha hecho, vendió adhesiones y simpatías que solamente se quedan en el discurso. En la sonrisa de escenario armado o mesa de café acomodada y relajada. Evalúa erróneamente, que eso le alcanza para satisfacer a la presidenta, cercada como se encuentra por las sistemáticas presiones opositoras. Bety no entendió que, el evento del sábado, era el momento clave para despegar en las preferencias políticas presidenciales. Y para crecer también, ahora sí con razón, en las encuestas. Pero declinó hacerlo. No quiso invertirle cuando sabe que la práctica política lo reclama en momentos coyunturales. Y con esa mezquindad política mostrada, la presidenta difícilmente se decantará a su favor en el complicado escenario de 2027. 3.- La que de plano, declinó asistir y no se percibió ninguna fotografía en redes sociales de ella, fue la alcaldesa de Acapulco, Abelina López Rodríguez. Con ello confirmó dos cosas: que ya está descartada por adelantado en el escenario de la sucesión gubernamental de 2027. Y que ahora sí, la investigación sobre el desaseado manejo de sus cuentas públicas, podría alcanzar una estridencia mayor. Hasta la posibilidad de que, más allá de su congelamiento político, pudiera pisar la prisión a la que oronda desafió: “no le tengo miedo a la cárcel”. Por su situación de caída de gracia del poder más alto y de mayor jerarquía, era el momento justo para que la alcaldesa de Acapulco se dejara ver en la marcha de la Ciudad de México. Que la propia presidenta advirtiera su presencia. Y trazar así, el camino más seguro para limar asperezas. Era Abelina quien tenía que mostrar sometimiento hacia Claudia Sheinbaum. No al revés. La edil olvidó que en el juego político, del poder y de la vida, la gente no llega tan lejos como auguran sus talentos ─de los que carece visiblemente la alcaldesa porteña─, sino como lo permiten sus limitaciones. Y su propia soberbia. Los antiguos sacerdotes egipcios lo resumían en siete palabras: “los dioses ciegan a quienes quieren perder”.
HOJEADAS DE PÁGINAS…Los que se mostraron también en la marcha del sábado 6, pero sin contingente abultado y solamente posaron alegremente para la fotografía, fueron el dirigente estatal del Morena, Jacinto González Varona y algunos ─no todos─ los adherentes de su grupo jacintista. Al dirigente morenista no se le percibió liderazgo alguno para mover contingentes. De igual forma, la subsecretaria de seguridad pública federal, Estela Damián Peralta careció de ellos y por eso pasó inadvertida. Con ello, la ruidosa vendimia política y de campaña anticipada en redes sociales, en el sentido de que sería la aspirante a gobernadora “bendecida” desde palacio nacional, se reduce cada vez más. Como la mayoría de ellos son neófitos en las relaciones de poder, olvidaron aplicar aquella máxima que las rige: “la forma es fondo”.
Denuncia en desdeabajo Noticias!
¿Conoces o tienes fotos y videos de algún acto de posible negligencia, corrupción y abuso de autoridad? Mándalo al WhatsApp: de desdeabajoNoticias: 7443262471. ¡Compártelo! Nosotros le damos seguimiento.
Síguenos también en Twitter: @Yae31099C en Facebook: DesdeabajoAca:https://www.facebook.com/profile.php?id=1000636239783
Spanish 
English