La Columna
-Mi fraterna solidaridad a Emilio García
de angel irra carceda
Conozco a Emilio García Cárdenas desde hace muchos años, y hace algunos decidió dedicarse al servicio público como editor-redactor en el área de Comunicación del Congreso del Estado.
Gracias a una amistad cercana con su familia, de buena fuente sé que se repone rápidamente de sus múltiples lesiones, luego de la cruel golpiza que le propinó un sujeto de la región Montaña, a quien suponía su amigo y, por tal circunstancia, se ganó su confianza para darle posada, junto a su pareja, en su domicilio, en Chilpancingo.
La historia de este desagradable y condenable hecho es larga, pero estas líneas van, hoy, en otro sentido. Resulta que Emilio, de ser víctima, en un abrir y cerrar de ojos y por obra de no sé qué espíritu maligno, pasó a ser victimario. Así como lo oyen (o leen), gracias a la dudosa honestidad de algunos representantes de instituciones de procuración de justicia.
O cómo se explican que, en el caso de la agresión brutal a Emilio, en su propio domicilio, el Ministerio Público permitió a su agresor seguir su proceso en libertad, por no saber (o no querer) aportar las pruebas necesarias que le dieran la vuelta al caso, haciendo que la juez dictaminara una tentativa de homicidio, o por lo menos, lesiones graves que pusieron en peligro su vida.
Nadie me lo contó. Que quede claro. Yo estuve frente a Emilio a los dos días de la agresión, en la cama 5 del hospital en Chilpancingo, y pude percatarme de su mala condición de salud. Afortunadamente se le pudo trasladar a un hospital de Cuernavaca, donde le libraron de un neumotórax a causa de un pulmón perforado por más de una decena de costillas rotas.
Emilio fue intervenido por un cirujano maxilofacial que prácticamente le reconstruyó el rostro. Es la hora, me dice su esposa, que a duras penas mastica el pollo bien hervido.
En Cuernavaca fue atendido también de un pie fracturado en dedos, tobillo y peroné; le examinaron a conciencia el cráneo porque presentaba múltiples golpes. Lo más lamentable ocurrió en el área de oftalmología, donde tras varios ultrasonidos, determinaron que el desprendimiento total de retina le quitó la visión en el ojo izquierdo. Lo más que hicieron fue evitar que el derrame masivo afectara el órgano derecho.
No se lo deseo a nadie, deveras. Pero sí llamo a la conciencia, a la empatía y la solidaridad. Lo anterior por algunos insisten en distorsionar la realidad. Pero, luego, de víctima pasó a ser acusado de violación de la pareja de su agresor. Y en Cuernavaca lo detuvieron por eso, justo cuando sería trasladado a Chilpancingo a bordo de una ambulancia.
Pero, qué creen, Emilio está en libertad, por resolución de un juez que no encontró elementos de prueba para procesarlo por violación. ¡Vaya! Primero que nada, porque en su contra no presentaron una versión verosímil, creíble y comprobable, acompañada del respectivo examen médico legista; muestras de ADN, entre otros indicios, que incidieran en su presunta culpabilidad.
El juez de la causa que, al no recibir estos elementos de parte del MP, dictaminó en contra de la vinculación a proceso y de inmediato retiró la prisión preventiva oficiosa al imputado (Emilio García).
Emilio goza de su libertad por resolución judicial. Puede la presunta víctima de violación apelar lo anterior. Es cierto. Ese es un derecho de las partes, el poder inconformarse. Pero hay que, de nuevo, aportar los elementos necesarios para que un tribunal de alzada la acepte.
Conociendo ya la argumentación tanto de abogados como del Ministerio Público en apelaciones, gracias a mis fuentes fidedignas, como ya saben mis pocos, pero leales lectores, dudo que haya vuelta de hoja en este caso. Y hay más detalles sobre este caso, que conste.
Concluyo: Donde sí hay mucho que contar aún, y por lo que se exige a las autoridades del Poder Judicial una actuación imparcial, limpia y expedita, es en el caso de la agresión brutal que sufrió a manos de quien supuso era su amigo, quien pese a eso goza de su libertad porque las lesiones a Emilio ¡no las consideraron graves!
Reitero desde aquí, desde este humilde espacio, mi solidaridad con mi brother Emilio y su familia; mi plena confianza en su buen proceder, y mi fe en que toda la verdad saldrá a flote, y espero que sea más temprano que tarde.
(angelirracar@hotmail.com)
instituciones y procedimiento
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