LECTURA POLÍTICA
Senado: disputa Astudillo-Añorve-Evodio
Noé Mondragón Norato
En el equilibrio y control territorial de las fuerzas políticas, el PAN reclamó y ganó la nominación a la presidencia de la república para la elección de 2024 por el Frente Amplio por México (PAN-PRI-PRD) y con su aspirante Xóchilt Gálvez, por simples valores entendidos: los blanquiazules son los que tienen en su poder el mayor número de gobiernos estatales, mientras que el PRI se coloca con dos y el PRD con ninguno. Por eso el dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas Alito, se anticipó a la encuesta y literalmente sacó de la contienda interna a su compañera de partido Beatriz Paredes Rangel. Y por eso se entienden también los reacomodos que ya se empiezan a generar en Guerrero. La radiografía así lo dicta.
PRI: VENDER CARO SU AMOR. – A sabiendas de que el PRI en Guerrero es producto natural de los cacicazgos aferrados perrunamente al poder, y debido a la que la militancia panista en la entidad es meramente simbólica, la negociación de las candidaturas —sobre todo la del senado— intentan favorecer a los tricolores. Se lee así: 1.- A los grupos políticos del senador Manuel Añorve Baños y del exgobernador Héctor Astudillo, parece no interesarles que el PRD borde la pérdida de su registro si el Frente Amplio no le otorga ciertas dosis de oxígeno político. Una de ellas la constituye el pase al escaño senatorial. Pero la dupla Añorve-Astudillo tratan de impedirlo. Porque dicho espacio representa el boleto para disputar la elección de gobernador en 2027. Por ese recoveco se quieren colar dos personajes: el propio Manuel Añorve. Y apoyado por Astudillo, el excandidato perdedor por el gobierno estatal en 2021, Mario Moreno Arcos. Hay un terreno fértil para que el propio Añorve pueda meter como aspirante al senado —apelando a la convenenciera equidad de género— a su esposa Julieta Fernández, quien ya ha comenzado a placearse mediáticamente. El punto central es que todos ellos ya percibieron que no está en los planes del Morena entregar la alcaldía de Acapulco, pese al atropellado y errático gobierno de Abelina López. Por eso han vuelto la vista al senado. 2.- En el terreno de las confrontaciones políticas, el exedil de Acapulco, Evodio Velázquez Aguirre, volvió a pisar ese suelo por tercera vez, con el priista Héctor Astudillo. La primera fue cuando este último era gobernador y le aventó toda la caballería del Congreso local a Velázquez, en su calidad de alcalde de Acapulco. La segunda fue en la pasada elección de gobernador cuando Astudillo inclinó la balanza —todavía con el control del presupuesto estatal— a favor de Mario Moreno. Y la tercera —que podría ser la vencida— en la pelea por el escaño senatorial en la coyuntura de la elección presidencial de 2024. Los priistas saben que, de pasar Evodio al senado, no serían dos los aspirantes a gobernador en 2027, sino eventualmente tres. Es decir, el candidato del Morena, el del PRI y el del PRD. Y Añorve no desea verse desplazado de dicho escenario. Pero tampoco quiere que el aspirante al senado sea Mario Moreno. 3.- Mientras Evodio lograba el apoyo de otras tribus marginales perredistas que lo arroparon, la del exgobernador Ángel Aguirre, —es decir, el IPG— admitió que “no tenía aspirante para el senado”. Y esa, es una muy clara señal de que le está dejando abierta la cancha tanto al exgobernador Astudillo, como al senador Añorve Baños, pues entre los tres personajes la polea de los entendimientos y las complicidades los unen e identifican. En realidad, el exedil perredista de Acapulco apela a un sólo escenario favorable: que el PAN y su aspirante Xóchilt Gálvez intervengan decisivamente como juez y parte, para que el PRI y la dupla Astudillo-Añorve no agandallen la candidatura al senado. Porque hay también un antecedente: durante la pasada elección presidencial de 2018, fue el PRD el partido que se unió al PAN y al MC para conformar la alianza Frente Ciudadano por México con el fin de disputar la presidencia. El PRI postuló a su propio candidato, José Antonio Meade. Como sea, los tricolores van a vender caro su amor. Y el PRD y Evodio Velázquez tendrán que realizar una labor de auténtica filigrana política con el PAN y con Xóchilt Gálvez a fin de inclinar la balanza a su favor. El hándicap parece no igualar a PAN-PRI-PRD.
HOJEADAS DE PÁGINAS…En una actitud fascistoide y propia de militares, el rector de la UAGro, José Alfredo Romero Olea, está demandando que todos aquellos que asistan a su segundo y último informe de labores el próximo 8 de septiembre, vayan uniformados. Para entrar a tan “importante y trascendente ceremonia”, los invitados deberán portar en su vestimenta los colores azul y blanco. Por este tipo de disciplinas, obediencias ciegas y manipulación de trabajadores y estudiantes, la UAGro bajó sustancialmente su matrícula escolar en el ciclo que acaba de iniciar. Pero nadie de la administración central lo reconoce y ahora sí, han vuelto la vista preocupados y simuladamente, a la implementación de los nuevos planes de estudio que impulsan al “estudiante crítico”. Endosando culpas, la academia y no la política barata que se practica en la UAGro, es la responsable del descenso en la matrícula. Qué tal.
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