LECTURA POLÍTICA
Poderes inservibles
Noé Mondragón Norato
Dos verdades resultan incontrovertibles en la actual coyuntura: ninguno de los dos poderes locales (el Legislativo y el Judicial) se han involucrado en la actual crisis de seguridad que tiene sumida a la mayoría de los guerrerenses en el miedo, la zozobra y la incertidumbre. Y, en consecuencia, los integrantes de esos dos poderes no sólo han renunciado tácitamente a sus labores contempladas en sus respectivas normatividades internas y en la propia Constitución política local, sino que han confirmado su condición parasitaria de “trabajar” como un burócrata más. Basta con ir al terreno de los hechos.
INEFICACIA: IGUAL A CORRUPCIÓN. – Desde que la actual legislatura local entró en funciones, no se conoce sobre legislaciones que de verdad impacten en la vida de los guerrerenses. Los diputados de las distintas fracciones partidistas literalmente, no trabajan. Hacen cómo que van a trabajar. Pero eso sí: cobran salarios de primer mundo. Y el Poder Judicial asume la condición de simple contemplador de los hechos. Se lee así: 1.- Ni la anterior presidenta de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) Yoloczin Domínguez Serna ni la actual presidenta de la Mesa Directiva del Congreso local, Leticia Mosso Hernández, tuvieron el valor civil ni la obligación legislativa de llamar a comparecer a la fiscal Sandra Luz Valdovinos Salmerón. En ningún momento y durante los más de dos años que dicha funcionaria se mantuvo al frente de esa dependencia. Era una necesidad, dados los nulos resultados arrojados por Sandra Luz. Con ello, ambas se convirtieron en cómplices de la ineficacia, la cual debería tipificarse en la Ley como un acto grave de corrupción. Y como tal, una excusa para expulsar de la función pública a quienes no cumplan cabalmente con sus responsabilidades. Este viernes el Morena estaría definiendo a los finalistas en la disputa por la alcaldía de Acapulco. Figura el nombre de Yoloczin Domínguez. ¿Le alcanzará para meterse a esa competencia cuando su desempeño como legisladora local ha estado marcado visiblemente por la indolencia y la ausencia de resultados legislativos convincentes? De quedar como candidata a esa alcaldía tan importante, ¿trasladará esa misma y nociva ineficacia, así como la atípica y errada forma de “liderar” decisiones impregnadas fuertemente por la nulidad, la incompetencia y la grisura? 2.- Si el Congreso local no pudo llamar a comparecer a la fiscal, mucho menos podía empujar su renuncia. Por eso y para caer en suelo blando, la propia teniente coronel Sandra Luz Valdovinos solicitó al Congreso local “una licencia por seis meses”. Es decir, la ex funcionaria se va con la frente en alto —infiere y da por hecho que todo lo hizo muy bien— y con la alta posibilidad de regresar a su anterior encomienda para zanjar en el terror, la angustia y la incertidumbre de los guerrerenses. La crisis de inseguridad que golpea con dureza a la actual administración estatal no fue capaz de conmover a ninguno de los diputados locales que optaron con su silencio y apatía, por hacer oídos sordos y dejar que la gobernadora esté tratando de resolverlo todo. Una legislatura local así, sólo merece el repudio y la reprobación ciudadana. Y cobrar facturas con votos, ahora que muchos de esos diputados busquen reelegirse o saltar hacia la comodidad de dirigir una alcaldía. 3.- El Poder Judicial y su titular Raymundo Casarrubias Vázquez resultaron muy buenos para una sola cosa: exigir más dinero en el Presupuesto de Egresos. Pretextan que no les alcanza para cubrir sus demandas. A quienes integran ese poder no les interesa el clima de la descomposición pública que se padece afuera. Solo buscan garantizar que el gobierno estatal no les cercene sus prerrogativas. Sus onerosos salarios. Jueces y magistrados se la llevan “de a muertito”. Como si su desempeño no los obligara a integrarse al esquema de las propuestas y las soluciones ante situaciones de crisis gubernamentales. Como si su trabajo como tales ya estuviera evaluado con calificación de diez. Como si no hiciera falta depurar su propia corrupción interna. Pero es la mediocridad de esos dos poderes los que “acompañan” a la gobernadora Evelyn Salgado.
HOJEADAS DE PÁGINAS…Risible y cómica fue la postura de Tulio Samuel Pérez Calvo, extitular de Finanzas en la administración estatal priista pasada, quien, al renunciar a dicho partido y a su militancia de toda la vida, recicló el mismo discurso de condena al dirigente nacional del PRI, Alejandro Morena Cárdenas. Pero lo verdaderamente hilarante fue cuando aseguró que, “como no se quiso ir un mal dirigente, tenemos que irnos unos buenos ciudadanos”. Las preguntas al respecto son dos: ¿ya tiene solventada Tulio Samuel toda la cuenta pública de Héctor Astudillo no sólo ante la Auditoria Superior del Estado (ASE), sino ante la Auditoria Superior de la Federación (ASF)? ¿Sustenta en esa posible afirmación, su condición de “buen ciudadano”, bajo el precepto contrario de que los buenos ciudadanos no manejan presupuestos públicos millonarios?
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