LECTURA POLÍTICA
Alcalde: discurso engañoso
Noé Mondragón Norato
La articulación entre discurso político y verdad a secas, conduce casi siempre a la propaganda, una forma de convencer con base en la persuasión, el engaño y la venta de ficciones. A ello se añaden dos elementos más: el castigo o la recompensa públicos empleados como estimulantes que aceitan la maquinaria, con tal de conseguir objetivos de poder. Y la semántica ─que se ocupa de estudiar el significado de las palabras─ es usada en política para dotar de confusos y ambiguos giros lingüísticos a toda la estructura narrativa, con el propósito de justificar auténticas abominaciones. Es justo lo que vino a mostrar abiertamente la dirigente nacional del Morena, Luisa María Alcalde Luján. Es cuestión de seguir toda la perorata verbal que utilizó durante su visita a Guerrero, para confirmar y evidenciar todas sus contradicciones.
ALCALDE: INCONGRUENCIAS. – Hay cuando menos tres momentos discursivos a los que recurrió la dirigente nacional del Morena para justificar lo injustificable, mostrar una engañosa fortaleza partidista y fustigar males que, en pocos años, las elites de ese instituto político asimilaron a la perfección de la escuela política priista. Y por supuesto, encierran rebatimientos y antítesis: 1.- De entrada, dotó a los estatutos partidistas del Morena, de una figura jurídica que está por encima de la propia Constitución Política del país. “Son los que rigen la organización del partido y la definición de candidaturas”. Lo cual se convierte en auténtica aberración. Porque en el fondo sabe y evalúa que cualquier militante inconforme y con liderazgo, podría saltar del Morena a otro partido político y quedar fuera de dicho radar. Provocando eventualmente, derrotas electorales. Y reduciendo el número de gobiernos estatales en poder de ese partido que fueron heredados por AMLO. Lo que Alcalde pretendió con ello, es asegurar la unidad morenista que justamente y en realidad, está prendida con alfileres. El nepotismo parece guardar la clave. Pero es un discurso atípico e incongruente. Porque Luisa María tiene trabajando en el Morena a una gran parte de su parentela. En ese afán sumó incluso a sus aliados partidistas del PT y PVEM acariciándolos como al caballo salvaje antes de poder montarlo. Así, salió en defensa de la asignación de diputaciones plurinominales que pergeñan en cada proceso electoral, los partidos pequeños o bonsái. Cuando la consigna política oficial es desaparecerlas. A menos que la presidenta Claudia Sheinbaum ya cambiara de opinión. 2.- En un año de gestión que cumplirá el próximo 1 de octubre, el conflicto público ha desbordado a la presidenta del país. Sobre todo, a partir de un hecho altamente controversial y dañino para ella: el señalamiento contra el coordinador del senado, Adán Augusto López Hernández. Su ex secretario de Seguridad Pública cuando se desempeñó como gobernador, Hernán Bermúdez Requena, fue acusado y señalado por el Ejército mexicano, de colaborar y pertenecer a la delincuencia organizada. Lo busca la Interpol por todo el mundo. La presidenta ya exoneró de toda culpa y responsabilidad a Adán Augusto. Así como la propia Luisa María Alcalde vino a exonerar también a la alcaldesa de Acapulco, Abelina López Rodríguez por no comprobar 898 millones de pesos. “Enfrenta sólo observaciones, no desvíos” aclaró digiriendo una “verdad discursiva” que nadie en su sano juicio comparte. En contraste con la postura del auditor astudillista de la ASE, César París Peralta Hidalgo, quien asumió que de esa millonaria cifra, la alcaldesa porteña “no justificó ni lo de una banqueta”. 3.- En una maniobra a todas luces nerviosa y desesperada, la dirigente nacional morenista mostró una encuesta en la cual su partido aparece con el 50 por ciento de las preferencias electorales en Guerrero. Y por eso, “es una entidad morenista, obradorista y claudista”, se ufanó. Así, Luisa María Alcalde quiso subsanar auténticas abyecciones con una retórica más falsa que un billete carrancista. Y los desgastes presidenciales que se irán acumulando en los próximos dos años, también influirán negativamente en la percepción del electorado. Los aires de triunfalismo adelantado intentan colapsar los escenarios de crisis que podrían cambiar números, preferencias y hasta triunfos electorales. Y si no, al tiempo.
HOJEADAS DE PÁGINAS…En corrillos políticos trasciende una maniobra política concretada justamente, en la coyuntura de la visita de la dirigente nacional del Morena Luisa María Alcalde y la del viernes próximo en la que visitará Acapulco la propia presidenta del país. Se relaciona con la renuncia de ocho integrantes del Comité municipal del PT en Acapulco, que decidieron darle la espalda al desgastado ex senador perredista David Jiménez Rumbo, quien esta vez guardó silencio al cumplirse 16 años del proditorio asesinato de su ex gurú político, Armando Chavarría Barrera. La simulada operación se le adjudica a la alcaldesa Abelina López. Porque los renunciantes aseguraron que “seguirán en la izquierda”. Y porque la propia Abelina financió presumiblemente y durante algún tiempo, el cuerpo de guaruras que protegen a Jiménez Rumbo. ¿Renuncias reales o acuerdos soterrados, inconfesables y de valores entendidos?
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