Es fascinante cómo el Ayuntamiento reescribe la realidad con el mismo arte con que reacomoda el pavimento: mal, costoso y para que al día siguiente haya baches de nuevo.
Redacción
03/09/2025
Acapulco, Gro.
En el reino tropical de Acapulco, ha ocurrido otro episodio digno de comedia… o de tragicomedia, si uno es comerciante.
Resulta que, con motivo del informe de gobierno de la presidenta municipal, Abelina López Rodríguez, se giró un oficio muy claro, tan claro como el agua del tinaco: “o cierras o te multamos.”
Pero tranquilos, que todo fue un “malentendido logístico”. Según el comunicado celestial del Gobierno Municipal, el oficio que exigía a los comerciantes cerrar sus negocios durante casi 30 horas —bajo pena de multas o clausura— “no ordenó cierres”, sino que fue una simple medida preventiva de logística.
Claro, como no se le ocurrió a nadie antes: cuando la autoridad te dice que cierres y te amenaza con sanciones económicas si no lo haces, en realidad te está cuidando. ¡Qué hermoso detalle!
La carta de amor (perdón, el oficio) firmada por la directora de Reglamentos, Rosa Gómez Martínez, decía palabras más, amenazas menos:
“Como medida preventiva, deberá permanecer cerrado desde el jueves a las 17:00 hrs hasta las 22:00 hrs del viernes… so pena de multa o clausura.”
¡Pura ternura burocrática! Y uno que pensaba que “cerrar por seguridad” era una excusa ante amenazas mafiosas, no de la misma presidenta y su directora de reglamentos.
Pero no, aquí es por logística, porque el informe de la presidenta no es cualquier cosa: es un acto de Estado, una ceremonia sagrada, una función de gala en donde hasta el comercio debe inclinarse ante el paso triunfal del séquito y la doctora Abelina López.
Al parecer no es que quieran que los negocios cierren para que no haya ruido, ni para evitar la vergüenza de que haya más clientela en la tiendita de la esquina que en el evento oficial.
No, por favor. Es por la comodidad de todos. Y para evitar afectaciones, ya les anunciaron que les van a afectar cerrándoles sus negocio con su respectiva multa. Qué generosidad de razonamiento.
Y por supuesto, luego de que los comerciantes se indignaron —porque perder dinero, pagar nóminas y encima recibir amenazas como si fueran delincuentes, no es precisamente un gesto amable—, salió el gobierno municipal a decir que jamás se dijo eso.
Que fue una “mala interpretación”. Claro, como cuando el policía te dice “bájate del coche o te parto la madre”, pero en realidad quiere decir “tenga usted una linda tarde”.
Es fascinante cómo el Ayuntamiento reescribe la realidad con el mismo arte con que reacomoda el pavimento: mal, costoso y para que al día siguiente haya baches de nuevo.
En resumen: si usted recibió un oficio con amenazas, entendió mal. Si su negocio va a perder ventas antes, durante y posterior al informe, es culpa suya por no saber apreciar el arte de la logística y la prevención.
Y si cree que esto es un abuso de poder, tómelo con calma, que lo que puede venir es la invitación a fuerza para realizar la peregrinación obligatoria a lanzar porras.
Por lo pronto ya entendimos que en Acapulco, durante el informe de la presidenta, cerrar por obligación es una medida voluntaria. Multar por logística es prevención. Y decir la verdad, al parecer, es el último recurso.
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