LECTURA POLÍTICA
Tres mensajes de AMLO
Noé Mondragón Norato
Los mensajes deben leerse en su justo contexto. Porque si el expresidente AMLO los envió en la presentación de su libro “Grandeza”, fue porque pulsó las amenazas. Entendió que al salir de su prolongado anonimato acalló voces mediáticas que lo daban como potencial reo del gobierno de los Estados Unidos. Y no sólo eso: enseñó el músculo. Apareció como un personaje sin temores políticos, vivo y actuante. Dejó sorprendidos y en ascuas a sus opositores partidistas. Sin embargo, también aclaró que abandonaría su retiro político con base a tres posibles variables: un golpe de Estado, un atentado contra la democracia o el riesgo a la soberanía nacional. De ahí se lee lo demás.
SEÑALES EN CLAVE. – En los mensajes políticos cifrados y desencriptados se encuentra la clave de la unidad morenista. Es cuestión de rastrear algunas claves: 1.- Para que ocurra un eventual golpe de Estado debería existir una irritación no resuelta hacia las fuerzas armadas. Una que las acorrale. Y se entiende: el Ejército mexicano fue el encargado de descubrir la relación del senador morenista Adán Augusto López Hernández no sólo con el cartel de “La Barredora” sino con el “huachicol fiscal” a través de sus conexiones con Hernán Bermúdez Requena, quien fue su secretario de Seguridad Pública cuando Adán Augusto fue gobernador de Tabasco. Quien denunció ese hecho no fue la FGR ni el propio secretario de Seguridad, Omar García Harfuch. Lo hizo el Ejército. Esos rozones violentos formaron parte de un primer momento. En respuesta a ese lodazal, la FGR y la propia Secretaría de Seguridad destaparon el involucramiento de miembros de La Marina también en el asunto del “huachicol fiscal”. La detención del vicealmirante Manuel Roberto Farías Laguna y al menos diez integrantes más, tensó la cuerda. Porque si el Ejército descubrió a Adán Augusto ─el “hermano” político de AMLO─, el gobierno federal respondió exhibiendo a los miembros de La Marina. Y si el expresidente amenazó con salir a la calle si un eventual golpe de Estado ocurriera, es porque tiene en sus manos la información que estaría avalándola. Es decir, existiría una irritación muy fuerte al interior de las fuerzas armadas. 2.- El segundo mensaje fue directo contra la
propia presidenta Claudia Sheinbaum. AMLO pareció dejar en claro que, si no se llegan a respetar acuerdos para empujar candidatos a gobernador de unidad para la renovación de 17 gubernaturas y diputados federales en la cercana elección de 2027, de algún modo “se estaría atentando contra la democracia”. Pero sólo aquella “democracia” que excluya a los aspirantes de su grupo político. Y la señal más diáfana de lo anterior la mandó el senador Toro, quien en entrevista después de la marcha del pasado sábado, dio como un hecho consumado que será postulado como candidato a gobernador por el Morena. Y la presidenta Claudia Sheinbaum lo sabe y evalúa. Entiende que debe repartir candidaturas forzosamente, con el principal hacedor de su candidatura presidencial. Por eso dichas postulaciones deben responder al acuerdo político consensuado y sin aspavientos. No se trata de emociones, discrepancias, estados de ánimo o hasta “rostros nuevos”. Lo que está en juego es el poder. Y si se deja voluntariamente, ese vacío será llenado por otros. 3.- El tercer mensaje político oculto es como el primero: AMLO se movilizará y dejará atrás su jubilación política, sólo si la amenaza de invasión por parte del gobierno de los Estados Unidos se cumple. Doble apoyo y espaldarazo político a favor de la presidenta en un momento de aguda crisis política que la aprisiona. Y cuando, por ende, más los necesita. Además, y si se mira bien, son dos apoyos políticos incondicionales del ex presidente de México, a cambio de uno demandado sutilmente, a Claudia Sheinbaum. Con otro adicional. Y se relaciona también, con la renuncia del fiscal de la FGR, Alejandro Gertz Manero, quien ya había filtrado mucha información de los hijos de AMLO en el tema del tráfico de influencias y del “huachicol fiscal”. Sin moverse de su rancho, AMLO atemperó tempestades políticas. Dejó en claro que la presidenta debe conciliar y acordar con él. O la amenaza del derrumbe morenista cobraría forma y sentido.
HOJEADAS DE PÁGINAS…Después de succionar generosamente y por años de los presupuestos públicos estatales, una corriente “crítica” al interior del Morena, resurgió tras mucho tiempo de estar en el virtual anonimato. Amenaza con postular a su propio aspirante a gobernador. Como si sus resultados en la función pública los avalara exitosamente, apelando a la desmemoria colectiva. Pero son fintas políticas viejas. Así, resurgieron figuras descontinuadas y sin un plus político real como el exdiputado local Antonio Helguera Jiménez, la exsecretaria de Salud estatal Aidé Ibarez Castro, el diputado federal por el PRD, Carlos de Jesús Alejandro y el exaspirante a dirigir el sindicato de Salud estatal, Hilario Zúñiga Escamilla, entre otros. Se reagruparon en el llamado “Movimiento Transformador de Guerrero”, surgido desde 2023. Pero todos ellos son en realidad, desempleados políticos que intentan regresar a rescatar glorias perdidas. Y encarecer negociaciones. Pero ya su momento político pasó.
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